Un hospital en la ciudad de Lyon, en el sur de Francia, está probando una nueva máquina que le permite a los pacientes respirar dentro de un tubo para ver si tienen COVID-19 en cuestión de segundos.
La máquina está entrando en una segunda fase de prueba, después de tres meses de uso en decenas de personas, entre las cuales aproximadamente 20 tenían el virus y el resto no. A diferencia de las incómodas pruebas estándar de PCR (reacción en cadena de la polimerasa), no es invasivo y proporciona un resultado inmediato.
“Es el mismo principio que una prueba de alcoholemia clásica”, dijo a Reuters Christian George, director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica del hospital la Croix-Rousse. “La máquina registrará las moléculas en el aire exhalado y luego detectará los rastros de la enfermedad”.
Bruno Lina, un experto independiente que ha sido consultado respecto a la máquina, dijo que es un paso en la dirección correcta, pero sostuvo que en esta etapa es demasiado costosa para una distribución generalizada en los hospitales.
“Si se demuestra que nuestra hipótesis es correcta, podríamos ver máquinas de segunda o tercera generación que cuestan menos y que se centrarían específicamente en los marcadores de la infección que hemos identificado”, dijo Lina, quien dirige el Centro Nacional de Referencia de Enterovirus y Parechovirus. Reuters