Astrónomos de la Universidad de Warwick (Reino Unido) han observado una rara enana blanca, denominada SDSS J1240+6710, que supuestamente sobrevivió a la explosión de una supernova y ahora se mueve a lo largo de la Vía Láctea a una velocidad de 250 kilómetros por segundo, de acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
La enana blanca, que representa el núcleo restante tras la muerte de un gigante rojo, tiene una composición atmosférica inusual. A diferencia de la mayoría de sus similares, que tienen atmósferas compuestas casi por completo de hidrógeno o helio, esta estrella, al parecer, no contiene ninguno de esos dos elementos.
En cambio, está compuesta de una mezcla inusual de oxígeno, neón, magnesio y silicio. Con el uso del telescopio espacial Hubble, los científicos también identificaron carbono, sodio y aluminio en su atmósfera, elementos que se producen en las primeras reacciones termonucleares de una supernova. Esa composición, así como la ausencia de hierro, níquel, cromo y manganeso –signos definitorios de las supernovas termonucleares–, sugieren que la estrella solo experimentó una explosión parcial de supernova.
“Esta estrella es única, porque tiene todas las características claves de una enana blanca, pero con esa velocidad muy alta y abundancias inusuales que no tienen sentido en combinación con su baja masa [solo el 40 % de la masa del Sol]. Tiene una composición química que es la huella digital de la combustión nuclear, una masa baja y una velocidad muy alta: todos estos hechos implican que debe provenir de algún tipo de sistema binario cercano y que debe haber sufrido una ignición termonuclear. Pudo haber sido una especie de supernova, pero de un tipo que no hemos visto antes”, dijo el autor principal del estudio, Boris Gaensicke, del Departamento de Física de la Universidad de Warwick.