El exgobernador de la región rusa de Chuvashia Mijaíl Ignátiev, que denunció recientemente al presidente ruso, Vladímir Putin, por destituirle en enero pasado, ha muerto de insuficiencia cardíaca y neumonía en un hospital de San Petersburgo.
“Sin lugar a dudas, es una noticia muy triste. Por supuesto, al respecto, transmitimos nuestras condolencias a todo aquel que ha perdido a algún familiar como resultado de la epidemia”, dijo hoy Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, a la prensa local.
Mientras el gobernador y el Parlamento de Chuvashia emitieron sendas notas de condolencia, Peskov precisó que el presidente no tiene previsto hacer ninguna “declaración especial”.
Fuentes del Gobierno regional informaron a la agencia Interfax de que Ignátiev murió de coronavirus, aunque eso no ha sido confirmado oficialmente.
Según el hospital de San Petersburgo donde estuvo ingresado -el Centro Médico Nacional Almázov-, Ignátiev murió de insuficiencia cardíaca, afección que se vio agravada por la neumonía que arrastraba.
Ignátiev, de 58 años y que ya había sido tratado en dicha clínica el pasado año y en febrero fue hospitalizado en estado grave, fue ingresado en mayo y nunca llegó a abandonar el centro.
El exgobernador acaparó la atención de la prensa rusa al denunciar a Putin, a quien el Tribunal Supremo envió una copia de la demanda.
El Supremo también informó a Putin de que tenía hasta el 22 de junio para responder a las exigencias planteadas por Ignátiev y presentar las pruebas que respalden sus contraargumentos.
El 30 de junio el tribunal tenía previsto tramitar la denuncia del exgobernador, que exige anular por ilegal el decreto presidencial del 29 de enero de 2020 que formalizaba su destitución como jefe de la región de Chuvashia por “pérdida de confianza”.
También exige que el jefe del Kremlin emita otro decreto en el que se refleje que él había perdido entonces parcialmente su capacidad laboral, por lo que tiene derecho a recibir prestaciones sociales adicionales.
Entonces, Peskov declaró que conoció la demanda judicial por los medios de comunicación y que esta no es un “asunto fundamental” para la Administración presidencial.
“Por el momento, el tribunal da los pasos que considera necesarios”, comentó, al tiempo que negó que Ignátiev hubiera intentado ponerse en contacto con el presidente.
Putin destituyó a Ignátiev después de dos incidentes ocurridos en enero. En uno, el político aseguró que había que “liquidar” a los periodistas y blogueros críticos con las autoridades y en otro obligó a un oficial de Situaciones de Emergencia a saltar para coger la llave de un nuevo camión de bomberos.
Un día antes de ser destituido por Putin, el 28 de enero, Ignátiev, que había gobernado Chuvashia desde 2010, fue expulsado del partido del Kremlin, Rusia Unida. EFE