Casi la mitad de las entidades federadas rusas, 41 de 85, comenzaron la primera fase de la desescalada de las medidas para contener la epidemia de COVID-19, informó hoy la jefa sanitaria de Rusia, Anna Popova.
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«De conformidad con nuestras recomendaciones metodológicas, 41 entidades de la Federación Rusa ya se encuentran en la primera fase del levantamiento de las restricciones y otra diez se prepararan para pasar a ella», dijo Popova en una reunión telemática del comité gubernamental que gestiona la crisis sanitaria.
TENDENCIA A LA BAJA DEL RITMO DE CONTAGIOS
Indicó que continúan registrándose casos de infección por el nuevo coronavirus, pero recalcó que hay «una clara tendencia de disminución del incremento diario».
A día de hoy, en toda Rusia se han registrado 493.657 positivos por coronavirus, 8.404 en la última jornada, y 6.358 decesos, de ellos 216 en la últimas veinticuatro horas.
Según las autoridades sanitarias, la letalidad de la COVID-19 en Rusia es del 1,29 %, inferior a la registrada en los países más afectados por la pandemia.
Popova explicó, además, que casi el 14 % de los 650.000 rusos que han hecho la prueba de seroprevalencia tienen anticuerpos y son por tanto inmunes a la COVID-19.
MOSCÚ, LÍDER EN EL DESCENSO DE LOS CONTAGIOS
La jefa sanitaria destacó asimismo la caída de contagios en la capital rusa y la región de Moscú, al señalar que el pasado 24 de abril acumulaba el 67 % del total de los casos diarios registrados en el país y que actualmente les corresponde el 23 %.
En las últimas veinticuatro horas en Moscú se registró un total de 1.195 nuevos positivos por coronavirus, el menor incremento diario desde el 11 de abril.
Según los datos oficiales, en la última jornada en la capital rusa, que acumula ya 199.785 casos de COVID-19, se produjeron 56 decesos por este enfermedad, que elevaron el total de fallecidos en la ciudad a 3.085, más de la mitad de los decesos en toda Rusia.
El número de recuperados en Moscú más que triplicó el de los nuevos positivos y ascendió a 3.796 en la última jornada.
DESESCALADA CONTROVERTIDA EN LA CAPITAL
La disminución en los datos oficiales de los nuevos contagios en Moscú, con una población de más de 12 millones, se acentuó después de que el martes fuera levantado de manera anticipada el régimen de confinamiento en la capital que regía desde el 30 de marzo.
Esta decisión del alcalde moscovita, Serguéi Sobianin, que desde el comienzo de la emergencia sanitaria apostó por drásticas medidas restrictivas para contener la propagación de la COVID-19, ha suscitado polémica.
En las redes sociales y en algunos medios, que se apoyan en fuentes anónimas, se sostiene que la decisión de forzar la desescalada fue adoptada en el Kremlin debido a su agenda política.
El 24 de junio está programada la gran parada militar para celebrar el 75º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial y el 1 de julio se votan las enmiendas a la Constitución que permitan al presidente ruso, Vladímir Putin, ser reelegido hasta 2036.
DOS MESES DE TRANSICIÓN HASTA LA NORMALIDAD
Moscú, según afirmó hoy Sobianin, podría necesitar dos meses para levantar la totalidad de las medidas restrictivas.
«Pese a los muy positivos indicadores (…), es imposible derrotar la propagación del coronavirus, pero es posible, por lo que vemos, transitar de manera paulatina, por etapas, a una vida normal. Hemos establecido ese período de transición en dos meses», subrayó.
EFE