Baja la tensión en nuevos actos a favor y en contra de Bolsonaro en Brasil

Baja la tensión en nuevos actos a favor y en contra de Bolsonaro en Brasil

Bolsonaro
AME4979. SAO PAULO (BRASIL), 07/06/2020.- Decenas de personas participan en una protesta contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, este domingo, en Sao Paulo (Brasil). EFE/ Sebastiao Moreira

 

Después de los tumultos del domingo pasado, varias manifestaciones a favor y en contra del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se celebraron de nuevo este domingo sin registros de incidentes graves.

No obstante, en torno a las 21.30 GMT, dos horas después de que acabara la protesta antigubernamental y antirracista de Sao Paulo, “un grupo de vándalos” atacó a la policía con piedras y montó barricadas en el barrio de Pinheiros, en el oeste de la ciudad.





“Hubo un pequeño grupo que se dispersó (al final de la manifestación), fueron acciones de vándalos, no de manifestantes”, aclaró Emerson Massera, portavoz de la Policía Militar de Sao Paulo en declaraciones televisivas.

“Estos infiltrados” atacaron también algunas oficinas bancarias, agregó Massera, quien resaltó el carácter pacífico de la protesta oficial.

La acción policial, en la que los antidisturbios usaron bombas de gas lacrimógeno, se produjo mientras decenas de vecinos de Pinheiros golpeaban cacerolas desde sus domicilios, aparentemente contra la actuación de los agentes.

PROTESTAS MAYORITARIAMENTE PACÍFICAS

Las protestas, que no tuvieron el apoyo oficial de partidos con representación parlamentaria, provocaron importantes aglomeraciones en varias ciudades del país, que atraviesa un agravamiento de la pandemia de coronavirus.

Con casi 646.000 casos confirmados y más de 35.000 muertes, el gigante suramericano es el segundo en cantidad de contagios y el tercero en número de decesos, en medio de una disputa sobre la manera de registrar los datos.

El Gobierno federal estima que los fallecimientos por la COVID-19 son menores a los reportados por entes regionales y municipales, mientras que estas autoridades alegan que las infecciones y muertes son mucho mayores que las oficialmente publicadas.

BRASILIA, LA MÁS MADRUGADORA

En la capital, Brasilia, centenares de opositores al presidente se concentraron frente a la Biblioteca Nacional y de allí se desplazaron hasta la Esplanada dos Ministerios, sede administrativa del Ejecutivo.

La manifestación, que reunió a unas 3.000 personas, fue convocada por movimientos antifascistas pro-democracia que denuncian una deriva autoritaria del presidente Bolsonaro, un antiguo capitán en la reserva nostálgico de las dictaduras del Cono Sur y crítico con los otros dos poderes del país, el Legislativo y el Judicial.

A ellos se unieron manifestantes contra el racismo, adhiriendo la cruzada internacional desatada por la muerte en Estados Unidos del afroamericano George Floyd a manos de policías blancos.

En Brasil el racismo es un problema enquistado. Los afrodescendientes, que representan el 55 % de sus 210 millones de habitantes, son los más vulnerables económicamente y socialmente y los que padecen más violencia policial y doméstica.

En declaraciones a Efe, Daniel Sarampo, miembro de la hinchada organizada del club paulista Corinthians en Brasilia, indicó que el movimiento anti-Bolsonaro que surgió hace una semana pretende “retomar las calles” para “eliminar la extrema derecha”.

En el otro extremo de la Esplanada dos Ministerios, un grupo en menor cantidad y que suele todos los fines de semana realizar caravanas y caminatas en pro del dirigente ultraderechista se reunió vistiendo sus ya habituales camisetas de la selección brasileña de fútbol y portando banderas del país y, esta vez, símbolos de la monarquía.

El ministro del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), general Augusto Heleno, saludó a algunos de los simpatizantes y a los miembros de las fuerzas de seguridad que evitaron que las dos manifestaciones se encontrarann.

Bolsonaro, por su parte, salió a las afueras del Palacio da Alvorada, residencia oficial, para saludar a algunos de sus partidarios que se desplazaron hasta el lugar, pero no usó la mascarilla de protección al coronavirus como es recomendado por las autoridades sanitarias.

Durante la mañana, el jefe de Estado colgó un tuit enigmático sobre la participación de 25.000 brasileños en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

“Garantizaron nuestra Libertad y Democracia. En Italia, para sorpresa de otros Ejércitos, vieron que nuestra tropa se componía de negros, blancos y mestizos viviendo de forma armónica e integrada (…) Derrotamos al nazismo y al fascismo”, señaló.

Después de la dimisión de dos ministros de Salud y del titular de Justicia, todos ellos en plena pandemia, y en medio de investigaciones judiciales contra él y sus hijos, Bolsonaro vive sus horas de popularidad más bajas durante su año y medio de Gobierno, aunque aún conserva a un tercio del electorado.

PROTESTAS EN RÍO Y SAO PAULO

En Río de Janeiro y Sao Paulo se celebraron otros de los grandes actos en contra y a favor del Gobierno de Jair Bolsonaro.

En Río, los defensores del mandatario marcharon en las inmediaciones de la playa de Copacabana y en Sao Paulo se reunieron en la Avenida Paulista, donde el domingo pasado se habían producido tumultos que enfrentaron a los dos bandos y resultaron en varios heridos leves, entre ellos el fotógrafo de Efe Fernando Bizerra.

Poco numerosa, la marcha pro-Bolsonaro de Sao Paulo contó con participantes como Jonny, un microemprendedor de 37 años que se declara favorable a una intervención militar con Bolsonaro al frente.

“Lucho contra la corrupción, de todos los Gobiernos, sobre todo ahora que la corrupción está brotando entre gobernadores y alcaldes, Tribunal Supremo, Congreso y Senado. Quiero que el Ejército, comandado por Bolsonaro, intervenga y detenga a todos esos corruptos”, dijo a Efe.

Desde el Largo da Batata de Sao Paulo, el lugar escogido por los opositores al presidente brasileño debido a la decisión judicial que prohibía que ambos bandos coincidiesen de nuevo en la Avenida Paulista, colectivos antifascistas, antirracistas e hinchadas de clubes de fútbol que se declaran pro-democracia juntaron a unas 3.000 personas, la gran mayoría protegidas por mascarillas.

“Estuvimos mucho tiempo dentro de casa viendo muchas cosas mal hechas. Solo con la ocupación de calles es que podemos tener algún poder de articulación”, estimó en declaraciones a Efe Maisa, de 35 años y productora cultural.

En torno a las 19.30 horas GMT, los grupos del Largo da Batata se dispersaron y se dirigieron a otros puntos de la ciudad escoltados por un fuerte contingente policial estimado en 4.000 agentes.

En Río de Janeiro, los movimientos negros convocaron a una concentración frente al monumento en homenaje al esclavo rebelde Zumbí dos Palmares, en un acto asociado también a la muerte de Floyd y a reivindicaciones sociales relacionadas con la pandemia de COVID-19.

EFE