Un estudio realizado en la región italiana de Véneto constata que aquellos hombres que estaban siendo tratados con terapia de privación de andrógenos (ADT) por cáncer de próstata tienen menos probabilidades de desarrollar la COVID-19 y, si están infectados, la enfermedad es menos severa.
Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por la Universidad de la Suiza Italiana que se publica en la revista Annals of Oncology, y sus autores sugieren que la ADT podría proteger a los hombres de la infección por coronavirus.
Los investigadores descubrieron que de 4.532 hombres con COVID-19, el 9,5% (430) tenían cáncer y el 2,6% (118) tenía cáncer de próstata, explica en una nota de prensa la Sociedad Médica Europea de Oncología, que señala que aquellos pacientes con cáncer tenían un riesgo 1,8 veces mayor de infección por coronavirus y desarrollaron una enfermedad más grave.
Los científicos indagaron además en las cifras de los hombres con este tipo de cáncer que toman ADT en esta misma región y contabilizaron a un total de 5.273: solo cuatro de estas personas desarrollaron la infección por COVID-19 y ninguna murió.
De los 37.161 hombres con cáncer de próstata que no estaban recibiendo ADT, 114 desarrollaron la enfermedad y 18 murieron.
“Este es el primer artículo que sugiere un vínculo entre ADT y la COVID-19”, asegura Andrea Alimonti, uno de los autores del trabajo.
El investigador explica que para este análisis recogieron datos de una gran población de pacientes infectados por coronavirus y “hemos encontrado que los que están siendo tratados con ADT por cáncer de próstata están protegidos, aunque todos los pacientes con cáncer tienen un mayor riesgo de infección por COVID-19 que aquellos sin cáncer”.
Los investigadores sugieren que incluso si los hombres no tuvieran cáncer de próstata, aquellos que están en alto riesgo de desarrollar COVID-19, podrían tomar ADT por un período de limitado para prevenir la infección, mientras que aquellos que se infectan podrían tomar ADT para reducir la gravedad de los síntomas.
Las limitaciones del estudio incluyen el hecho de que los pacientes de cáncer con COVID-19 pueden haber sido sometidos a más pruebas de detección del virus que los que no tienen cáncer, lo que podría explicar la mayor prevalencia del coronavirus en los pacientes con cáncer.
El editor jefe de la revista donde se publica la investigación, Fabrice André, indica que decidieron publicar este estudio porque proporciona un fundamento para evaluar la eficacia de ADT prospectivamente en pacientes infectados con COVID-19.
“Sin embargo, el estudio no proporciona una conclusión definitiva sobre el papel de ADT en pacientes infectados con COVID-19, y esta clase de fármacos no debe utilizarse con este fin hasta que los ensayos prospectivos hayan confirmado su eficacia”.
EFE