El representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Grecia, Philippe Leclerc, apeló este miércoles al Gobierno griego y a la sociedad local a tratar a los migrantes y refugiados “con respeto” y posibilitar que los que forman parte de los grupos de riesgo por COVID-19 en las islas puedan ser trasladados a hoteles.
Leclerc hizo estas declaraciones ante las dificultades que está teniendo ACNUR para encontrar hoteles dispuestos a alquilar habitaciones para alojar a personas mayores de 65 años o con enfermedades crónicas y protegerlas así de un eventual brote de coronavirus en alguno de los campos de las islas del mar Egeo.
“Son personas como nosotros, que merecen respeto”, apostilló Leclerc, quien recalcó que los más de 40.000 migrantes y refugiados que se encuentran en pésimas condiciones en los campos de las islas tienen que afrontar ahora la doble carga, la de vivir en hacinamiento y afrontar el miedo frente a la COVID-19.
Leclerc señaló que muchas personas en las islas no quieren creer que estos alojamientos sean “temporales”, sino que temen que se conviertan en prolongados.
Al mismo tiempo, el jefe de ACNUR en Grecia agradeció al Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis que por fin haya empezado a trasladar a personas a la parte continental de Grecia, algo que ACNUR lleva pidiendo desde hace años, y felicitó a los países europeos que se han comprometido por fin a acoger a menores no acompañados de las islas.
Según los datos presentados hoy por ACNUR, la población de refugiados en las islas se ha reducido de 42.052 en febrero, el mes con el mayor número este año, hasta 38.291 a finales de abril.
En paralelo se ha reducido enormemente el número de llegadas, y en abril tan solo hubo 25 llegadas a las islas -64 en total a Grecia, incluida la frontera terrestre con Turquía-, frente a las 2.564 en marzo y 3.009 en febrero.
Esta reducción se debe, según Leclerc, sobre todo al aumento de medidas de protección marítima y de las fronteras terrestres emprendidas por el Gobierno tras la crisis con Turquía a finales de febrero, pero también a la pandemia, que ha llevado a un confinamiento generalizado y, por tanto, a una reducción de los movimientos migratorios desde Turquía.
En lo que va de mayo hasta hoy mismo, en que hubo 51 llegadas en un bote a la isla de Lesbos, no se había producido ningún arribo.
En el contexto del refuerzo del control marítimo, Leclerc emplazó al Gobierno a actuar siempre de acuerdo a las leyes internacionales y en ningún caso evitar llegadas aplicando los llamados “push backs”, procedimiento de devolver en caliente a los botes.
Teniendo en cuenta la incertidumbre de la evolución de la pandemia, Leclerc no quiso aventurar cuál será la evolución de llegadas de cara al verano, cuando los arribos suelen experimentar un fuerte incremento.
El jefe de ACNUR en Grecia pidió además encarecidamente al Gobierno y a las autoridades locales que hagan todo lo posible por que los refugiados cuya solicitud de asilo haya sido aceptada puedan integrarse en la sociedad rápidamente. EFE