Muchos británicos se sentirían incómodos saliendo de casa, incluso si el Gobierno ordenara el levantamiento del confinamiento impuesto por el coronavirus en el plazo de un mes, según una encuesta realizada el viernes.
La población británica lleva confinada desde el 23 de marzo, pero el jueves el primer ministro Boris Johnson dijo que el país ya había superado el pico de la pandemia y se comprometió a elaborar un plan para la próxima semana sobre cómo podría comenzar a reducir gradualmente las restricciones para permitir el regreso a la vida normal.
Una encuesta de Ipsos Mori mostró que más del 60% se sentiría incómodo volviendo a los bares y restaurantes, usando el transporte público o yendo a una concentración grande, por ejemplo, en eventos deportivos.
Más del 40% aún se mostraría reacio a ir a las tiendas o enviar a sus hijos a la escuela y más del 30% se preocuparía a la hora del trabajo o al reunirse con amigos.
Los datos de la encuesta indican que la gran mayoría de los británicos tienen el confinamiento no porque el Gobierno se ha ordenado, sino porque no quieren contraer o propagar el virus.
“Esto es muy preocupante, nuestro estudio ha demostrado lo mismo, la gente en el Reino Unido está particularmente preocupada por este tema y son reacios a salir”, dijo David Spiegelhalter, un estadístico de la Universidad de Cambridge, a la radio de La BBC.
En opinión de Spiegelhalter, es sensato que los ancianos y los vulnerables se protejan a sí mismos, pero que los riesgos son menores para los jóvenes.
“Muchas personas están definitivamente demasiado ansiosas por la posibilidad de contraer el virus y el daño que podría sufrir si lo contraen”, dijo Spiegelhalter.
“Como regla general, si contrarresta el virus, la probabilidad de morir es aproximadamente la misma que tendrías de morir este año de todos los modos, y si no te preocupaba morir este año no deberías preocuparte tanto por contraer el virus”.
Según Spiegelhalter, el Gobierno tiene que educar a la población, y clasificar a la gente en diferentes categorías de riesgo.
“Vamos a necesitar algún tipo de campaña que anime a salir a la gente que tiene un riesgo muy bajo, para empezar a vivir de nuevo cuando puedan”, dijo.
Reuters