Estados Unidos criticó el miércoles a Sudáfrica y Catar por contratar servicios médicos de Cuba para luchar contra el coronavirus, acusando a la isla de aprovecharse de la pandemia para seguir ganando dinero a costa de su personal sanitario, lo cual La Habana rechazó.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, llamó a no respaldar un sistema insigne del gobierno comunista de La Habana, y una importante fuente de ingresos, que Washington considera una forma moderna de “esclavitud”.
“Hemos notado cómo el régimen en La Habana se ha aprovechado de la pandemia de la COVID-19 para seguir explotando a los trabajadores médicos cubanos”, dijo Pompeo a periodistas.
“Aplaudimos a los líderes en Brasil, Ecuador y Bolivia y otros países que se han negado a hacer la vista gorda a estos abusos por parte del régimen cubano, y les pedimos a todos los países que hagan lo mismo, incluidos Sudáfrica y Catar”, señaló.
Y agregó: “Los gobiernos que aceptan médicos cubanos deben pagarles directamente. De lo contrario, cuando pagan al régimen, están ayudando al gobierno cubano a obtener ganancias de la trata de personas”.
Washington acusa al régimen cubano de retener el 75% del salario de los médicos.
Miguel Díaz-Canel, reaccionó en Twitter, señalando que “Estados Unidos engaña deliberadamente cuando ataca la cooperación médica internacional de Cuba con mentiras y calumnias”.
“La solidaridad de Cuba aísla aún más a la agresiva política de Estados Unidos”, dijo en otro mensaje, al retuitear artículos de opinión de Cubadebate y Granma.
Sudáfrica, que al igual que Catar tiene relaciones cercanas con Estados Unidos, anunció el lunes la llegada de 217 especialistas y trabajadores de salud cubanos al país, que registra el mayor número de infecciones de coronavirus en África.
En Latinoamérica, además de Venezuela y Nicaragua, cuyos gobiernos son allegados a La Habana, Cuba mandó sus brigadas médicas a gran parte de los países caribeños, incluido Haití, así como a Honduras, y brinda asesoramiento a México.
Bajo sanciones económicas de Estados Unidos desde 1962, Cuba ingresó 6.300 millones de dólares por sus servicios médicos en 2018. Desde entonces, el viraje a la derecha en el mapa político de Latinoamérica le hizo perder sus contratos en Brasil, Bolivia, Ecuador y El Salvador.
AFP