El cardenal George Pell, absuelto el pasado martes por la máxima instancia judicial de Australia de cinco delitos de pederastia, habló este sábado, por primera vez tras recuperar su libertad, sobre el daño de los abusos sexuales a la Iglesia Católica.
“Desde muchos puntos de vista, las acusaciones de abusos sexuales son malas para la Iglesia Católica, pero hemos eliminado dolorosamente un cáncer moral y esto es bueno”, apuntó el religioso en una carta con motivo de la pascua, publicada hoy por la revista semanal The Weekend Australian.
Este martes, el Tribunal Superior de Australia revirtió la condena impuesta a Pell de seis años de cárcel por cinco cargos de abusos sexuales cometidos sobre dos menores en la década de los 90, incluyendo la penetración oral, al considerar que las pruebas condenatorias “no establecieron la culpabilidad con el nivel de prueba requerido”.
Ese mismo día, Pell abandonó el centro penitenciario de la ciudad de Melbourne, donde ha pasado más de 400 días.
“Yo acabo de pasar 13 meses en la cárcel por un crimen que no cometí, una decepción tras otra (…) Pero cada golpe tuvo un consuelo al saber que podía ofrecerlo a Dios como buen propósito, por ejemplo convertir el sufrimiento de las personas en energía espiritual “, señala Pell en el escrito, en el que remarca su alegato de inocencia.
El cardenal, quien llegó a ocuparse de las finanzas del Vaticano, admitió que los abusos sexuales a menores cometidos en el seno de la iglesia católica australiana han dañado a miles de víctimas.
Con respecto a la pandemia de la COVID-19, que ha causado ya más de 100.000 muertes en todo el mundo, el religioso pidió a los católicos ayudar “a todos los necesitados”. EFE