Isabel II vive meses turbulentos: la salida unilateral de su nieto Harry de los deberes reales y el escándalo sexual del príncipe Andrés le dieron -y continúan dándole- dolores de cabeza. A Andrés parece haberlo perdonado pero aunque ya se muestra en público con él, no quiere arriesgarse al escarnio público y aún lo tiene vetado de los grandes eventos reales. El Megxit, en cambio, parece ser un dolor ya instalado en el corazón del Palacio de Buckingham. Es que la monarca intentó conservar la calma, hasta emitió un inusual y amoroso comunicado para suavizar la decisión unilateral del príncipe Harry pero el golpe fue duro.
Por infobae.com
Así que, hábil, en medio de las duras negociaciones para la desconexión real de Harry y Meghan, Isabel incluyó una cláusula, un último “gesto real” que los duques de Sussex deberán cumplir si quieren ver a Isabel contenta.
La Reina le pidió Harry y Meghan que asistan a un último evento como parte de la realeza: el servicio anual de la Commonwealth. La cita se realizará el 9 de marzo y participarán los representantes de los gobiernos de las 53 naciones miembros que se reunirán en la Abadía de Westminster.
En ese mismo evento, el año pasado, Meghan estaba embarazada de Archie, que ahora volará con sus padres desde Canadá para también estar presente Westminster el 9 de marzo, según revela el Sunday Times.
El gesto que exige la reina no es solo hacer presencia, implica un esfuerzo extra: mostrarse con William y Kate.
Es que en la ceremonia del Día de la Mancomunidad los duques de Cambridge también serán de la partida y desde hace meses se habla de lo mal que se llevan los cuatro. De cómo la nueva realidad de Harry rompió su relación de fraternal con William. Y de cómo Meghan y Kate no pueden ni verse.
Es que en apenas un año, las parejas eran conocidas como los “Fab Four” (Los Fabulosos Cuatro), por el magnetismo mundial que producían. Pero esa armonía se evaporó cuando los Sussex se mudaron del Palacio de Kensington que compartían -en módulos separados, claro- y dejaron la fundación benéfica conjunta.
En el evento del año pasado, que siempre cae en el segundo lunes de marzo, Harry y Meghan se sentaron al lado del príncipe Andrés, que desde entonces también se ha retirado de sus deberes reales después de que se conociera su relación con el pedófilo norteamericano Jeffrey Epstein.
De aceptar el pedido de la reina, Harry y Meghan tendrán el 9 de marzo su despedida real y luego podrán volver a su provechosa vida de civil
Este fin de semana, de hecho, se conoció la primera aparición pública de Harry y Meghan juntos tras dejar Reino Unido. El jueves pasado, abrieron una cumbre de JPMorgan en Miami.
El evento lleno de estrellas en el Hotel South beach atrajo a titanes de los negocios y celebridades como Bob Kraft, Alex Rodríguez y Magic Johnson.
Fuentes dijeron a Page Six que la animadora norteamericana Gayle King presentó a Meghan en el escenario que se erigió bajo una enorme carpa en la playa. Ella habló brevemente sobre su “amor por su marido” y luego le dio la bienvenida en el escenario. Después del discurso, se cree que tuvieron una cena privada con algunos de los otros estimados invitados.
Harry habló de la salud mental y de cómo ha estado en terapia durante los últimos años para tratar de superar el trauma de la pérdida de su madre. Contó cómo le afectaron las tragedias en su infancia y cómo la posibilidad de tratarse con un profesional lo ayudó a superar todo. También se refirió a Megxit y, aunque admitió ha sido muy difícil para él y Meghan, afirmó no se arrepiente de su decisión de renunciar a la realeza porque quiere proteger a su familia.
La cantidad que se les pagó por el evento es hasta ahora desconocida. Ronn Torossian, director ejecutivo de la empresa de relaciones públicas 5W con sede en Nueva York, dijo a Daily Mail que él cree que la pareja ganó entre 500.000 y 1 millón de dólares con la aparición.
Uno podría imaginar que volaron en un jet privado desde Canadá a Miami, que le pusieron a disposición una suite de lujo en un hotel y un equipo para ayudarlos con el look, lo que podría costar entre 100.000 y 250.000 dólares en gastos”, dijo. “Harry y Meghan serán los oradores mejor pagados que existen en el mercado corporativo. No me sorprendería que ganaran más de un millón de dólares. Durante el año su poder de ganancia podría ser ilimitado”, agregó Torossian.
El ejecutivo de relaciones públicas Simon Huck – que es amigo de las Kardashians – ya ha estimado que sólo Meghan puede ganar 100 millones de dólares este año.
Entre las muchas celebridades que asistieron al evento del jueves estuvieron Magic Johnson, Alex Rodríguez y Bob Kraft.