Corea del Sur ha activado medidas extraordinarias para frenar la propagación del coronavirus en su territorio, incluyendo prohibir la entrada de extranjeros que hayan estado recientemente en la provincia china de Hubei, norma que empezó a implementar este martes.
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Desde la medianoche se aplica esta restricción sin precedentes en el país a todo foráneo que haya estado en Hubei, provincia donde se encuentra la ciudad de Wuhan, epicentro del brote del virus, en los últimos 14 días, periodo máximo de incubación del patógeno.
Pese a lo estricto de la norma, que aplican ya países como Japón, muchos expertos, asociaciones médicas o agrupaciones ciudadanas surcoreanas están pidiendo que la prohibición se extienda, al igual que se ha hecho en Estados Unidos, a todo extranjero que haya estado en cualquier punto de la geografía china.
Desde hace una semana, cuando los contagios empezaron a aumentar, el nerviosismo en las calles es claramente palpable en Corea del Sur, país que aún tiene muy vivo el recuerdo de la epidemia del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), que en 2015 dejó aquí 36 muertos.
Así, todo extranjero que quiera volar desde hoy martes a Corea del Sur debe verificar antes que no ha estado en Hubei en el plazo mencionado y al aterrizar debe entregar un detallado cuestionario, según ha explicado el Gobierno surcoreano.
Los mecanismos se han endurecido, además, para vuelos procedentes de China, cuyos pasajeros, además de confirmar que no visitaron la zona, deben someterse a una exploración para detectar fiebre u otros síntomas y facilitar su número de teléfono móvil.
Con información de EFE