El guion de la falsa esperanza, por Omar Ávila

El guion de la falsa esperanza, por Omar Ávila

 

Inicia el año 2020 en el cual renace una esperanza producto del mismo guion y de la emoción natural del ser humano, pero la dirigencia política, el liderazgo debe de estar claro que esa emoción es efímera.





Por Omar Ávila

Como decía el profesor Ángel Álvarez (@polscitoall) en un twitter esta semana: “La habilidad para ganar terreno cuando la fortuna (suerte, azar) te favorece depende de tú formación, información y la calidad de tu equipo. Ponerse bravucón porque ganaste un round por suerte, sin tener con qué respaldar amenazas y promesas es no aprender del pasado inmediato”

De qué sirve defender la Asamblea Nacional, si algunos ya están pensando en repetir el mismo esquema del 20M, y esta vez regalarle a Nicolás Maduro el Poder Legislativo.

Ya el colega diputado Juan Pablo Guanipa dejó muy clara su adhesión a la no participación electoral mientras Maduro esté en el poder, secundado en mi opinión por la errada posición de María Corina Machado, a la cual se le suma también mi amigo, el diputado Carlos Berrizbeitia. Falta saber cuántos más se sumarán a la abstención, la claudicación y la entrega del Parlamento Nacional a Nicolás.

Desde Unidad Visión Venezuela queremos una vez más llamar a la cordura, a pisar tierra, a que reflexionen, ya que no se puede seguir actuando por emoción, y que esta sea la guía de la política de la oposición. Hay una gran oportunidad para elaborar estrategia, y eso empieza por actuar sensatamente frente a la nueva realidad. Las victorias por venir dependerán de cuánto cerebro se le ponga a la lucha.

La inacción nunca será una opción. Esta semana tanto el presidente Donald Trump en su rueda de prensa, como Mike Pompeo en sus declaraciones, dejaron claro una vez más que el cuento de la invasión, de los marines no existe, y que somos nosotros los que tenemos que resolver nuestros problemas, y no tenemos otra forma que no sea a través del voto. Es decir, que su eficacia dependerá de nosotros los venezolanos. Si se impone la fuerza, decide el armado. Si participamos, decidimos todos. Así que a rectificar, si queremos realmente obtener un resultado diferente y avanzar hacia el cambio que quiere la mayoría de nuestro pueblo.

Para quienes dicen que con malandros no se negocia, lean estas declaraciones de EEUU. Así que a replantear la estrategia, esta conducción política de quienes asumen el no diálogo y la abstención como formas de acceso al Poder.

Pero además es sin condiciones previas, la única forma de negociar cuando de verdad se quiere encontrar una salida en lugar de prolongar la guerra. Ojalá aquí se entendiera.

Trump en su discurso de la semana pasada, no habló de bombardeos a Irán ni de invasión, solo de más presión económica (sanciones) y diplomática (negociaciones). Así que a los vendedores de ese pote de humo de que la invasión a Venezuela está cercana, los invito a enseriarse.

Y no me vengan ahora con el cuento repetido de querer llamarnos aliados del régimen, ¿o es que acaso Pompeo es “traidor y colaboracionista, madurista”? Al decir: “Una rápida transición negociada es la ruta más efectiva hacia la paz y la prosperidad en Venezuela”. ¿En qué idioma y de cuál otro vocero quieren escucharlo?

Los demócratas conquistamos los espacios con votos y se pelean hasta el final. Enfrentemos el reto de ir a un proceso que sabemos desigual, pero en el que contamos con la fuerza del poder popular dispuesto a dar la pelea hasta el final, en el terreno que nos corresponde: el de la expresión clara y contundente de la soberanía de nuestro pueblo.

Dip. Omar Ávila

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