Hay dos imágenes. Hay que quedarse con dos imágenes. La primera, la de Guaidó y el bloque de diputados que lo apoyan entrando al Parlamento, caminando por el pasillo central en dirección al hemiciclo, ante la mirada impotente de los efectivos de la Guardia Nacional y uno que corre asustado. La segunda, la de Luis Parra, el autoelecto presidente de la Asamblea Nacional, corriendo, huyendo del hemiciclo y refugiándose en una oficina que tampoco le pertenece. El mechón blanco lo identifica.
Por: Juan Carlos Zapata / konzapata
Juan Guaidó y sus diputados fueron un torbellino. Una fuerza. Un poder. La fuerza que les brinda el estar del lado de la razón, la historia, y el pueblo. Y es también la fuerza de la unidad. Y esto es lo importante a destacar. Porque Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Cilia Flores, Delcy Rodríguez, Jorge Rodríguez y el general Vladimir Padrino López, artífices y actores del intento de golpe de Estado contra Guaidó y la Asamblea Nacional, no han hecho más que lograr el milagro que por sí misma la oposición no podía alcanzar, la unidad.
Ya lo decíamos en nota anterior. Que lo hecho por el régimen de Maduro iba a desencadenar otra dinámica de la política interna. Así está ocurriendo. El primer vicepresidente del Parlamento, Juan Pablo Guanipa, destacó la participación de todos los partidos en esta gesta que puede llamarse épica. Guaidó dijo que era una hazaña. Hazaña unitaria. Hazaña en unidad para reconquistar el espacio natural del Parlamento, tomado este domingo por la Policía Nacional y la Guardia Nacional. De hecho, el rechazo a esta operación, fue el punto único tratado por la Asamblea Nacional de Guaidó, en la sesión de este martes.
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