La caída en el poder adquisitivo de los venezolanos ha incidido en la merma del consumo de proteínas en los hogares, ya que de acuerdo a los números que maneja la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) el país cerrará el año 2019 con un consumo per cápita de carne de res de 8 kilogramos.
Por BETSSY SANTISTEVAN GASTELÚ / eluniversal.com
Explicó Armando Chacín, presidente del referido gremio, que el consumo de carnes en el país se ubicaba en 64 kilogramos, de los cuales 24 eran de carne de res y en la actualidad el mismo ha bajado a 17 kilogramos de los cuales ocho son de res.
Asimismo expresó que otro aspecto que ha incidido en la caída del consumo de la proteína es la merma en la producción local, pues en la actualidad el sector ganadero nacional solo cubre 35% de las necesidades nacionales de carne y 30% de los requerimientos de leche en el territorio nacional.
“Los ganaderos están en desventaja por la escasez de combustible, falta de políticas coherentes y el desfase tecnológico de 30 años”, señaló.
De igual manera expresó que el rebaño nacional mantiene su caída sostenida pasando de 16.000.000 a menos de 8.000.000 por la falta de un plan de apoyo, pues este año fueron excluidos de la cartera crediticia.
En su opinión, el precio de la carne debe anclarse a la tasa del dólar pero con políticas que permitan dignificar a los trabajadores para que puedan adquirir la carne. “No cumplimos con nuestras estructuras de costos porque los animales en el país cuestan tres veces menos de lo que cuestan en otras naciones”.
En los mercados y abastos de la ciudad capital el kilo de carne de res se encuentra en Bs 160 mil, lo que equivale a más de un salario mínimo de 150.000 bolívares, por lo cual no toda la población tiene acceso a esta proteína, apuntaron fuentes consultadas.
“Para que Venezuela sea declarada libre de la fiebre aftosa, el Estado debe cumplir las recomendaciones de los organismo foráneos”, agregó Chacín.