Si cada vez que llega tu menstruación sufres porque sabes el inmenso dolor que sentirás a lo largo de esos días, ¡no estás exagerando! Aunque algunos no crean en tu malestar, la ciencia te respalda, pues un estudio reciente reveló que el dolor menstrual puede ser tan fuerte como un infarto.
Por Brenda Colón Navar / Soy Carmín
Más allá de la condición de dismenorrea, aquella donde las mujeres sufren menstruaciones difíciles y dolorosas, la ciencia ha confirmado lo grande que puede ser el dolor durante un periodo menstrual.
John Guillebaud, quien se desempeña como profesor de salud reproductiva en el colegio Universitario de Londres, describió estas incomodidades como algo casi tan doloroso como un infarto.
El dolor no es aislado, pues en algunos casos pueden presentarse náuseas, vómitos, diarrea, ansiedad y dolor en la parte baja de la espalda. Fue en una entrevista con la revista “Quartz”, donde el especialista habló largo y tendido del tema, ahora sí, contamos con una fuente confiable que entiende y expresa lo difícil de estos días.
JOHN GUILLEBAUD Y LOS HALLAZGOS CIENTÍFICOS SOBRE EL DOLOR MENSTRUAL
Se estima que una de cada cinco mujeres padece de menstruaciones tan dolorosas que incluso llegan al punto de sentir agonía, así lo reveló la Academia Estadounidense de Médicos Familiares. No solo eso, sino que se sabe poco el tema y que algunos médicos no atienden este tipo de síntomas.
Muchas mujeres han hablado de la poca atención que reciben cuando presentan estos síntomas, de cómo algunos médicos consideran que algo de ibuprofeno será suficiente pero no, el dolor no termina ahí.
Es entonces cuando el dolor menstrual se acompaña de otros síntomas y estos pueden durar años, incluso llevar a casos donde pensemos que tenemos otra enfermedad y que no puede ser diagnosticada.
LAS CONDICIONES MÉDICAS QUE TIENE RELACIÓN CON EL DOLOR MENSTRUAL
Hasta ahora, los médicos expertos en salud femenina y reproductiva han expresado que hay dos causas principales del dolor menstrual, la primera de ellas es la dismenorrea y la segunda de ellas es la endometriosis.
En lo que refiere a la dismenorrea, esta simplemente provoca periodos menstruales dolorosos sin explicación médica y se puede presentar desde las primeras menstruaciones de la mujer. Lo triste es que algunos casos de dismenorrea han resultado ser endometriosis no diagnosticada.
Tan solo en Estados Unidos se estima que el 10% de las mujeres que tienen una ovulación regular sufre de endometriosis, la mala noticia es que esta condición puede tardar hasta 10 años en diagnosticarse adecuadamente.
La endometriosis se da cuando tejido similar al del útero crece en otras áreas de la zona pélvica como en los ovarios y las trompas de Falopio, hay casos donde se han encontrado en la vejiga, los intestinos y en casos muy extraordinarios, en los pulmones y el cerebro.
El cuerpo reacciona a este tejido adicional como si fuera una lesión e intenta cicatrizarle, uno de los síntomas más comunes son los cólicos menstruales intensos. Cuando no se trata, la endometriosis puede causar infertilidad. Hasta ahora se desconocen sus causas y si puede ser una herencia genética.
Por otra parte, la dismenorrea también necesita más investigación, pues la mayoría de sus causas no se han definido bien.
En ambos casos los tratamientos son limitados y en sí las condiciones se tratan con anticonceptivos hormonales, con medicamentos para dolor, pero hasta ahí. En los casos de endometriosis, el tejido adicional puede removerse con cirugía, pero puede reaparecer. En el peor de los casos se puede optar por la histerectomía, pero esto no es una cura definitiva.
LA IMPORTANCIA DE HABLAR DEL TEMA
Aunque pudiera resultar vergonzoso, la recomendación de los especialistas y de otras mujeres es que no se deje de hablar del tema del dolor menstrual, pues entre más diálogo se establezca, mayor será la atención que se ponga en estos temas, en su investigación y creación de tratamientos más efectivos.
Para muchos hombres, el tema del dolor menstrual es algo ajeno porque no lo viven y para algunas mujeres, al no ser tan intenso, creen que si ellas pueden tolerarlo las demás también pueden hacerlo. Nuestro error mas grande es generalizar en lugar de empatizar.