El papa Francisco llegó este miércoles a Tailandia, en la primera etapa de una gira por Asia, que lo llevará también a Japón, durante la cual abogará por el diálogo interreligioso y la eliminación de las armas nucleares.
El avión que transportaba al sumo pontífice -el primero en visitar Tailandia en más de 30 años- aterrizó poco después del mediodía local (05H00 GMT) en el aeropuerto internacional de Don Mueang, en Bangkok, indicó un periodista de la AFP a bordo del aparato.
El papa Francisco, sonriente, fue recibido por el viceprimer ministro tailandés, Somkid Jatusripitak, y el ministro de Relaciones Exteriores, Don Pramudwinai.
También estaba presente en el aeropuerto la prima de Francisco, Ana Rosa Sívori, misionera desde hace más de 50 años en Tailandia.
“Me dijo: ‘estoy contenta de verte y que puedas ser mi traductora'”, contó Ana Rosa Sívori, que tiene un abuelo en común con el papa.
Varias decenas de jóvenes con banderines de Tailandia y el Vaticano saludaron al papa, que por su parte tenía en sus brazos una niña hmong, una de las numerosas etnias del país, con su tradicional vestido negro y rosado.
Luego el papa partió rumbo a la embajada del Vaticano en el centro de Bangkok, la capital tailandesa, donde se alojará durante su estadía.
Tailandia y Japón fueron evangelizados por misioneros jesuitas a mediados del siglo XVI, pero los católicos son ultraminoritarios.
En un mensaje a los tailandeses antes de su partida, Francisco, 82 años, homenajeó a una “nación multiétnica” que “obró mucho para promover la armonía y la coexistencia pacífica, no solamente entre sus habitantes sino también en toda la región del sudeste asiático”.
Expresó también su confianza en que la gira servirá para fortalecer los lazos de la comunidad católica con “hermanos y hermanas budistas”.
El jueves, el papa tendrá un encuentro con el 20º patriarca supremo del budismo theravada de Tailandia, Somdej Phra Maha Muneewong.
El budismo es la religión de más del 95 de la población de Tailandia que asciende a casi 66 millones de habitantes.
Ese mismo día se entrevistará con el primer ministro, el general Prayut Chan-O-Cha, y con el rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn.
– 400.000 católicos –
Francisco celebrará una misa en el gran estadio de Bangkok para la comunidad católica tailandesa, que cuenta unos 400.000 bautizados.
Unos 50.000 fieles, entre ellos varias centenas de la minoría karen, provenientes de las provincia fronterizas con Birmania, participarán en la misa.
El viernes, el papa lo dedicará a reuniones con los sacerdotes, religiosos y obispos del país. Celebrará además una misa dedicada a los jóvenes en la catedral de Bangkok.
El sábado 23, el pontífice se trasladará en avión a Japón, un país que deseaba visitar desde que era un joven seminarista.
Lo más destacado de la visita a Japón será la jornada del domingo durante la cual visitará Nagasaki e Hiroshima, las dos ciudades atacadas hace 74 años con bombas atómicas estadounidenses y que causaron la muerte de 74.000 personas y 140.000 personas respectivamente.
En esas ciudades emblemas del horror de la guerra, Francisco rendirá un conmovedor homenaje a las víctimas de los primeros y únicos ataques atómicos de la historia y suplicará al mundo por la eliminación total de las armas nucleares.
“Usar armas nucleares es inmoral”, clamó el papa en un vídeo enviados a los japoneses el lunes.
Antes de este viaje, Francisco había visitado Filipinas y Sri Lanka en 2014, y Birmania y Bangladés en 2017.
El papa Juan Pablo II había visitado Japón en 1981 y Tailandia 1984, últimas visitas papales en esos dos países. AFP