La alimentación en el país se convirtió en una odisea a causa de la hiperinflación que aqueja a la población desde hace más de cinco años y que moldeó el estilo de vida de los venezolanos.
En conmemoración del Día de la Alimentación, la directora del Observatorio Venezolano de Salud, Marianella Herrera, recordó la importancia de mantener una buena dieta, con la finalidad de preservar la salud, pese a las circunstancias desfavorables.
Detalló que hay que estar conscientes que en la actualidad se deben adquirir alimentos que se ajusten al bolsillo y que sean nutritivos, además de aprovechar sus usos. “Deben preguntarse si lo que cocinan les puede servir en su totalidad, por ejemplo: los tallos de los brócolis, las hojas verdes de las espinacas y las partes verdes de los ajoporros y los cebollines no tienen porque botarse a la basura”.
Razonó que las personas no deberían de impresionarse por estos consejos nutricionales, debido a que las hojas verdes tienen hierro y es un mineral que en el presente no tiene soporte, como consecuencia de que en la nación no se consume harina de maíz precocida que se encuentra enriquecida con hierro, aparte de complejo B y vitamina A.
Aconsejó decorar con colores los platos. “Si notan que en el platillo de comida es pálido, pueden incluir el color rojo (pimentón) y naranja (zanahoria) que les ayudará a gozar de un mejor estado nutricional”.
La experta no menospreció la capacidad de los venezolanos de educarse y reinventarse en la cocina para adquirir beneficios alimenticios. “Las preparaciones distintas ayudan a optimizar la comida y a no aburrirnos de ingerir lo mismo todo el tiempo. Un ejemplo muy sencillo es hacer caraotas tanto en dulce como en salado y hasta en hamburguesas”.
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