Hace 30 años la cortina de hierro se desplomó. Alemania dividida artificialmente a raíz de la guerra se reunificó. El comunismo sufrió su peor derrota. El pueblo de la Alemania del este no aguantó la dictadura del proletariado y en masa derribó el Muro de Berlín.
La Unión Soviética hizo aguas de manera progresiva. La construcción del Muro fue una prueba de cómo se le cerraba el tránsito a un pueblo que clamaba libertad. Muchos a pesar de todo siguieron escapando por las diversas fronteras y cientos perdieron la vida buscando un mundo mejor.
El 9 de noviembre un error en el mensaje que transmitió el vocero del partido comunista, hizo estallar la olla de presión, y el pueblo le puso fin al símbolo de la tiranía. El ser humano quiere vivir en libertad, sin imposiciones antinaturales, escogiendo su propio destino.
Las libertades políticas de occidente y el respeto a los derechos humanos, entre otros: prensa libre, autonomía de poderes, libre tránsito, democracia y alternancia, separación entre estado y gobierno, son principios que definen un ideal que se resumen en la inviolabilidad de la dignidad de la persona humana.
Cuando vemos un desgobierno alineado con países como: Cuba, Corea del Norte, Bielorrusia, Turquía, Rusia y China, nos damos cuenta que mal vamos en materia de violaciones a los derechos humanos y por qué hay importantes partidos y líderes políticos perseguidos, inhabilitados, presos y en el exilio. Las cifras según el Foro Penal hablan por sí solas: 429 presos políticos, 109 de ellos militares y 329 civiles. La arremetida contra los medios es feroz, el bloqueo de internet es el más alto del hemisferio occidental, incluyendo a Cuba. Cientos de medios impresos han sido ahogados con la crisis del papel y han desaparecido o se han transformados en simples portales.
A lo anterior se suma la crisis económica que se produce por calcar en buena medida políticas del pasado y las que aplicó una Unión Soviética, ineficiente e improductiva. En fin, la caída del Muro nos llama a la reflexión. Ante el absolutismo de la tiranía libertad. Así como un día Alemania despertó, así despertará Venezuela. Todos muy atentos. El 16 de noviembre todos debemos salir a la calle a clamar por libertad, la justicia, el respeto a los derechos humanos y el cambio. Lo que acaba de suceder en Bolivia podría suceder aquí y todo depende de nosotros.
@OscarArnal