El Senado de Bolivia, donde el partido del dimitente presidente Evo Morales –que la noche de este lunes informó que viajó a México en calidad de asilado– posee mayoría plena, tiene en sus manos la misión de estructurar un gobierno provisional, tras la renuncia del mandatario y de las demás autoridades que formaban la cadena de sucesión constitucional. Esto, mientras se vivía una tensa calma en las ciudades con presencia de policías para evitar desmanes.
La Constitución boliviana establece que la sucesión recae inicialmente en el vicepresidente, luego en el titular del Senado y después en el titular de la Cámara de Diputados, pero todos ellos renunciaron con Morales después de la fuerte presión en las calles, un informe de la OEA pidiendo la repetición de las elecciones del 20 de octubre y la sugerencia de las Fuerzas Militares, la Policía y los empresarios para que Morales saliera del poder.
El principal escollo para elegir al sucesor provisorio de Morales es que la oposición no tiene los senadores necesarios para instalar una sesión en la cámara alta.
Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida. Me duele abandonar el país por razones políticas, pero siempre estaré pendiente. Pronto volveré con más fuerza y energía.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 12, 2019
En ese órgano legislativo, el Movimiento Al Socialismo (MAS, el partido de Morales) cuenta con 25 senadores, frente a 11 pertenecientes a una variopinta oposición. La mayoría renunciaron. Para elegir presidente provisorio el Senado tiene que reunir primero quorum, es decir, de acuerdo a su reglamento interno, la mitad más uno de los 36 senadores, esto es 19 legisladores.
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