La nueva oleada de protestas que vive Irak, que hoy cumple una semana, se ha intensificado a la espera de una sesión parlamentaria que podría desembocar en la renuncia del primer ministro, Adel Abdelmahdi, después de que éste abriese puerta a dimitir y las dos principales fuerzas políticas se aliaran en su contra.
Miles de personas volvieron a protestar hoy en la céntrica plaza Tahrir de Bagadad para pedir más servicios básicos y un cambio de gobierno, en el séptimo día consecutivo de unas manifestaciones que han causado ya al menos 100 muertos y 5.500 heridos.
Los manifestantes se concentraron también en el centro de los barrio de Rusafa (este) y Al Mansur (oeste) en el día con las protestas más multitudinarias hasta el momento, aseguraron a Efe fuentes del Ministerio de Interior iraquí.
Además, la agencia de noticias iraquí NINA, perteneciente al Sindicato de Periodistas, informó sobre el inicio de una marcha de profesionales de la información desde la plaza del Firdos (centro) hasta la plaza de Tahrir, donde se encuentran las manifestaciones principales.
El motivo de la escalada de las protestas se debe a la sesión parlamentaria que tendrá lugar esta tarde y en la que, según medios locales, podría aceptarse la renuncia de Abdelmahdi, después de que este abriera la puerta a su dimisión y varios partidos anunciaran que retirarían la confianza al primer ministro iraquí.
Después de que el clérigo chií Muqtada al Sadr, padrino de Sairún, la principal fuerza del Parlamento y con cuyos votos gobierna Abdelmahdi, pidiese ayer a Hadi al Amri, líder de la segunda coalición con más escaños, Al Fath, que retire su confianza al primer ministro, éste respondió hoy que contribuirá al “interés del pueblo”.
La presión sobre el dirigente aumentó ayer a última hora de la noche, cuando el ex primer ministro iraquí Haidar al Abadi y su coalición política, Al Nasr, anunciaron que están estudiando retirar la confianza al primer ministro.
“El país pasa por una crisis verdadera y deberíamos rescatarlo rápidamente (…) La continuación de la situación actual no va en el interés del país, ya que la permanencia del Gobierno actual desmonta el país”, indicó la alianza, en un comunicado.
“La cuestión de la renuncia de Abdelmahdi terminó tras la reunión entre los partidos Al Fath y Sairún, que acordaron a sustituirle para tranquilizar el pueblo iraquí”, aseguró a Efe Sabah al Shij, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Bagdad, anticipando el resultado de la deliberación de la Cámara iraquí.
Al Sadr afirmó el pasado lunes que Abdelmahdi debería someterse al Parlamento “para anunciar elecciones anticipadas bajo la supervisión de la ONU”, a las que no deben presentarse los partidos actuales, a no ser que el pueblo lo consienta.
El primer ministro contestó anteayer que, de acuerdo con la Constitución, hay dos vías para disolver el Parlamento y la posterior celebración de elecciones, y ambas contemplan una votación en el Legislativo y la realización de comicios en un plazo de 60 días.
Esta nueva oleada de manifestaciones es la continuación de las del pasado 1 de octubre para pedir más servicios básicos y menos desempleo y corrupción, además de un cambio de gobierno, en las que murieron 157 personas, entre ellas ocho miembros de las fuerzas de seguridad.
EFE