Desde la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EEUU, este ha intentado derogar el Obamacare. La alternativa, interesante por su progresismo pragmático y viable al estilo Obama, la propone Joe Biden, quien postula defender el sistema Obamacare y construir, a partir de este, mejoras legislativas que lo perfeccionen e incluso introduzcan la opción pública para que sean los ciudadanos, en la competencia entre el sistema asegurador privado y la oferta pública, quienes decidan qué hacer. Así lo reseña alnavio.com
Por Leopoldo Martínez Nucete
El sistema de salud estadounidense contiene lo mejor y lo peor del mundo como oferta para los ciudadanos. Nadie duda que en EEUU hay enclaves de excelencia médica al más alto nivel; pero al mismo tiempo, en ningún otro país desarrollado el sistema sanitario, los medicamentos y los seguros son tan costosos para el usuario.
En la Administración de Barack Obama se dio un paso gigantesco y cualitativo en la ruta del derecho a la salud, con la Ley de Cobertura Accesible a la Salud (conocida por sus siglas en inglés “ACA” o por la etiqueta Obamacare). Obama llegó a la Presidencia con ese proyecto entre sus compromisos más urgentes. El estadio superior del modelo del ACA era un sistema universal de contribución única fiscal, como existe en Canadá, toda Europa, Japón, Australia… en fin, el sistema adoptado con éxito por todos los países del espectro capitalista que han asumido el derecho a la salud como derecho humano. Obama, consciente de las dificultades políticas que una estructura así encontraría en los Estados Unidos, por su inviabilidad parlamentaria, asumió avanzar con una fórmula intermedia en la que el seguro privado se hace obligatorio creando un sistema de mercado promovido por el gobierno, que facilitó la competencia entre distintas opciones que cumplen con los requerimientos mínimos de cobertura previstos en la ley, desmontando lo que era antes un mercado controlado por monopolios regionales o acuerdos oligopólicos en detrimento del asegurado. Esa alternativa incluyó subsidios federales para los sectores más vulnerables, y entre muchas otras conquistas, introdujo una fundamental: la obligatoriedad para las aseguradoras de dar cobertura a personas con condiciones preexistentes en su perfil clínico.
El modelo Obamacare, obstaculizado desde el primer día por los gobernadores afiliados al Partido Republicano, viene funcionando de mejor manera en aquellos estados cuyos gobiernos no participan del boicot a su operatividad. De hecho, en algunos estados como Virginia con gobernadores demócratas se introdujeron, con apoyo de aportaciones federales previstas en la ley que se suman a los recursos del gobierno regional, reformas legislativas para expandir el alcance del Medicaid, sistema esencial para los sectores más vulnerables.
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