En 2019 van 10 niños fallecidos en el servicio de Nefrología del JM de Los Ríos

En 2019 van 10 niños fallecidos en el servicio de Nefrología del JM de Los Ríos

Foto: Hospital de Niños, JM de Los Ríos / Archivo

 

El Estado venezolano sigue sin acatar medidas cautelares dictadas en febrero de 2018 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para proteger a los pacientes del servicio de Nefrología del hospital JM de Los Ríos. A la fecha, persiste la falta de medicamentos e insumos y la lista de fallecidos no se detiene. Solo este año han muerto 10 niños en ese servicio.

Por Mabel Sarmiento / Crónica Uno





El más reciente deceso ocurrió la tarde del lunes 7 de octubre. Abraham Estrada, de 13 años, que padecía lupus y síndrome nefrótico y recibía diálisis los lunes, miércoles y viernes, presentó complicaciones y falleció en una cama de la Emergencia.

Estaba en la lista de espera para un trasplante, intervenciones que no se hacen el país desde hace dos años y cuatro meses, cuando el Estado suspendió el Programa de Procura de Órganos.

Este programa estaba en manos de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV), que empezó a coordinarse a mediados de los 90 y se formalizó a partir del 2000, para promover la donación y el trasplante, y que funcionaba con la venia del Ministerio de Salud.

En manos de la ONTV se llegaron a recibir 134 órganos (año 2012) por cada millón de habitantes. En 1997, la cifra era de 27.

El Gobierno le quita las competencias en 2014. A raíz de eso, el rendimiento bajó a 54 órganos para trasplantes por cada millón de habitantes.

Este año se paró, además, el convenio que se estableció entre Pdvsa y dos hospitales europeos para realizar trasplantes de órganos en pacientes no compatibles, programa que beneficiaba a los niños del servicio de Nefrología. El gobierno de Nicolás Maduro achacó la paralización a las sanciones impuestas por Estados Unidos.

Ahora, las personas que necesitan diálisis cada día tienen menos opciones, pues no hay los insumos ni los filtros. Necesitan dializarse tres veces a la semana, cuatro horas cada sesión, y están recibiendo hasta dos horas de tratamiento para darle oportunidad a otro. Eso significa que sus casos van a empeorar. Y los pacientes del hospital de niños J. M. de Los Ríos —donde de 16 máquinas, a veces funciona 6 para 24 niños con insuficiencia renal— sufren esas deficiencias.