Convertirse en campeón de Fórmula 1, un trabajo de piernas y cabeza

Convertirse en campeón de Fórmula 1, un trabajo de piernas y cabeza

El piloto francés de Toro Rosso, Pierre Gasly, aparece en los boxes mientras participa en la primera sesión de práctica del Gran Premio de Singapur de Fórmula Uno en el circuito de Marina Bay Street en Singapur el 20 de septiembre de 2019. (Foto por Mladen ANTONOV / AFP)

 

Físico y mental: la Fórmula 1 requiere resistencia, energía, reflejos, un amplio campo de visión, capacidad de análisis, de toma de decisiones y una sangre fría fuera de lo común. Cualidades que los pilotos trabajan durante todo el año en los entrenamientos.

Que nadie piense que los pilotos no son atletas, puesto que su disciplina necesita una condición física impecable.

“Hay mucho cardio, carrera, bicicleta, piscina”, detalla a la AFP el piloto francés Pierre Gasly. “Hacemos pesas, pero no necesitamos levantar 150 kilos. Trabajamos más la resistencia muscular porque las carreras duran una media de hora y media y no puede ser que a la hora y veinte te entren rampas. Hacemos sobre todo mucho trabajo de abdominales para tener una buena estabilidad.

Tampoco es cuestión de desarrollar en exceso la masa muscular, puesto que el peso es un factor determinante en Fórmula 1. Los kilos equivalen a décimas de segundo perdidos o ganados.

El doctor Riccardo Ceccarelli, fundador de Formula Medicine, empresa que supervisó en el pasado el entrenamiento del monegasco Charles Leclerc (vencedor en Monza) y actualmente de Robert Kubica, explica: “Trabajamos mucho en circuito, pasando de un ejercicio a otro, para que sea intensivo pero no aburrido y hacer trabajar alternativamente varios grupos de músculos”.

“También utilizamos muchas posiciones inestables. Esto trabaja el equilibrio y la sensibilidad del cuerpo, lo que es muy importante porque los pilotos deben ser muy sensibles a los movimientos del coche”, añadió.

En un video publicado en Instagram, se puede ver al francés Romain Grosjean hacer flexiones con las manos y los pies apoyados en balones.

Los miembros del equipo para el piloto francés de Toro Rosso, Pierre Gasly, trabajan en el hoyo antes de la segunda sesión de práctica para el Gran Premio de Singapur de Fórmula Uno en el circuito de Marina Bay Street en Singapur el 20 de septiembre de 2019. (Foto por Mladen ANTONOV / AFP)

 

– “Miradas extrañas en el gimnasio” –

Por otro lado, los pilotos se ven sometidos a aceleraciones y desaceleraciones brutales y a fuerzas laterales importantes en las curvas, hasta de cinco o seis G (la inicial de la gravedad). Eso significa que tienen que soportar cinco o seis veces el peso de la cabeza y del casco que la protege.

De ahí la importancia de un trabajo específico de musculación del cuello con ayuda de aparatos que parecen instrumentos de tortura.

“Existen elásticos o cuerdas que se colocan alrededor de la cabeza a lo que se puede poner un peso o incluso casos como lastre”, precisa el piloto finlandés de Mercedes Valtteri Bottas.

“Lo suelo hacer en casa, pero me ha ocurrido llamar la atención de algunas miradas extrañan en el gimnasio. Puede ser un poco doloroso cuando retomas los entrenamientos tras la pausa invernal, pero me gusta”.

“El resto de juega en la cabeza”, dice Ceccarelli, que propone a los pilotos módulos de entrenamiento de tres horas en media jornada, la mitad basado en el físico y la otra mitad en lo mental.

“Cuando alcanzas una alta condición física y que puede pilotar sin cansarte, basta con mantener esto”, explica. “Por contra, siempre se puede progresar en el plano mental y es eso lo que mejora tu rendimiento”.

Las chispas vuelan desde la parte posterior del piloto francés de Toro Rosso, Pierre Gasly, mientras participa en la sesión de calificación para el Gran Premio de Fórmula Uno de Singapur en el Marina Bay Street Circuit en Singapur el 21 de septiembre de 2019. (Foto por Mladen ANTONOV / AFP)

 

– “Tratar más informaciones” –

Este tipo de entrenamientos de cerebro, que se inició hace 25 años, progresó a gran velocidad a partir de comienzos de los años 2010, paralelamente al progreso de la informática y de las tecnologías de la imagen.

Los pilotos trabajan sus reflejos y su campo de visión con una máquina en la que unas luces se encienden unas después de otras y que hay que apagarlas lo más rápidamente posible tocándolas, atrapándolas o devolviendo pelotas enviadas de todas partes. Más recientemente, los ejercicios se hacen con cascos de realidad virtual.

“Es neuroestimulación”, dice Grosjean. “No utilizamos todo nuestro cerebro, eso se sabe. Se trata de activar las neuronas que permiten tratar más informaciones de lo que podías hacer anteriormente.

“Los ojos nos envían siempre mucha información, pero no podemos tratarla más, para ser capaces de hablar y de ver al mismo tiempo que alguien está jugando con un lápiz y que en la televisión aparece Hamilton”, explica el piloto francés.

Nueva frontera del entrenamiento mental, en Formula Medicine los pilotos se conectan durante los ejercicios a máquinas que miden su ritmo cardíaco y su actividad cerebral, para evaluar su nivel de estrés y de energía consumida para, con el tiempo, aprender a reducir estos valores.

“A veces tenemos la impresión que estamos estresados cuando no lo estamos, o al contrario. Lleva años aprenderlo”, asegura Leclerc, un adepto de esta metodología. “Después, cuando lo sabes, sólo hace falta aprender las técnicas para relajarte o motivarte, para tratar de estar siempre en la buena ventana mental para poder dar lo mejor de uno mismo”.

AFP

 

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