Clientes, usuarios y dueños de comercios en los centros comerciales aseguran que desde hace mucho tiempo ya no es lo mismo ir a estos lugares como forma de esparcimiento y entretenimiento para la familia.
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Richard Viña, dueño de Galipán Deli Café en el centro comercial Lido, ubicado en Chacaíto, señala que las ventas en su local han bajado aproximadamente de 30% a 40%, “aquí medio nos mantenemos por los trabajadores de las torres y por los fines de semana, que a pesar de no estar tan lleno como antes, viene más gente que en días de semana” dijo.
La directora de la Cámara Venezolana de Centros Comerciales, Claudia Itriago informó en declaraciones recientes que en los últimos años, dichos centros comerciales han tenido una disminución en las visitas, situación que ha agudizado debido a los constantes apagones registrados en el país.
Según Itriago, la caída oscila entre 15% y 20%, mientras que en el interior del país el racionamiento eléctrico ha tenido un gran impacto en este ramo del comercio. “Se han visto obligados a utilizar plantas eléctricas pero eso no garantiza una continua actividad comercial” puntualizó.
Además indica que desde hace 15 años, “los centros comerciales forman parte de la vida del venezolano”, pero al presentarse desperfectos de energía, se procede a desalojar el lugar, lo que genera grandes pérdidas.
Aunado a esto, el tema del agua ha sido un problema más para todos los que hacen vida en los centros comerciales, ya que deben comprar camiones cisterna para surtir a todo el edificio y mantener “las medidas higiénicas lo mejor posible”.
Reinvención para sobrevivir
A pesar de lo que se vive en Venezuela, en los centros Millenium, Líder, San Ignacio y muchos otros tratan de atraer a la clientela con llamativos descuentos y promociones, tanto en tiendas de ropa, como en locales de comida.
Sin embargo los trabajadores que laboran en tiendas de ropa y calzado aseguran que “la estrategia de las rebajas y descuentos no funciona todo el tiempo, “solo vienen a comprar los que pueden hacerlo, porque a pesar de que ciertas prendas tengan 30% o 40% de descuento, igual están fuera del alcance de las mayorías que ganan salario mínimo”.
Al rescate de la tradición
Asimismo, en sus espacios también se realizan diferentes actividades recreativas para rescatar la tradición de ir a los centros comerciales. En fechas conmemorativas como el día del niño, colocan colchones inflables, contratan payasos entre otras cosas para ofrecerle a los padres opciones de diversión a precios accesibles.
Para el disfrute de los adultos, centros comerciales como el San Ignacio, brindan distintas elecciones gastronómicas como las propuestas de los Food Trucks cada día y de entretenimiento como Stand Up y ferias.
Comercios vacíos
En las ferias de comida los consumidores recuerdan “antes se debía esperar por una mesa, ahora no, puedes escoger la mesa que quieras, todas están vacías”.
Lo mismo ocurre en los estacionamientos, que permanecen casi vacíos, “ahora cuando quieren estacionar hay puestos de sobra”.
Por otra parte, los cines, forma de entretenimiento predilecta por todas las edades, también se ha visto afectada, la entrada en Bs. 24.000 en algunos, 26.000 en otros y los combos por encima de Bs. 30.000, ha hecho casi imposible poder ir al cine.
Servicios restringidos
Muchas de las escaleras mecánicas en centros comerciales se encuentran fuera de servicio y desde hace más de un mes no las han reparado.
El servicio de agua es algo que de igual manera les está afectando y generando un gasto más a su bolsillo, debido a los continuos problemas con el líquido, han tenido que comprar cisternas para mantener la higiene dentro de las instalaciones.
En el centro comercial Líder, personas se quejan sobre el tiempo de espera por una unidad en su línea de taxi.
Debido a las fallas de energía en el país, varios centros comerciales poseen plantas eléctricas,sin embargo esto no les garantiza buenas ventas.
Con información de El Universal