Las curiosas circunstancias que rodearon el suicidio de Jeffrey Epstein comienzan a parecer aún más confusas, ya que se revela que el pedófilo en serie no sintió remordimiento por sus acciones solo unos meses antes de su supuesto suicidio.
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En una serie de entrevistas con Charlie Gasparino de Fox Business Network, Epstein no mostró remordimiento y, en cambio, restó importancia a sus crímenes, más de una década después de que se determinó que había agredido sexualmente a al menos 40 niñas menores de edad en el sur de Florida.
Incluso se comparó con Robert Kraft en un momento dado, en el que un masajista realizó un acto manual y oral en él, que ya habían pasado la edad de consentimiento, en dos ocasiones en un spa en Florida.
“Solo él fue a algún lado y vinieron a mí”, explicó Epstein.
También se negó a ser identificado por lo que era en la vida, y será recordado por él.
“Solo quiero que sepas que no soy un pedófilo”, le dijo a Gasparino durante una entrevista.
Epstein se burló de su actividad criminal anterior, sin darse cuenta en ese momento de que pronto volvería tras las rejas.
“Quizás lo único peor que ser llamado pedófilo es ser llamado administrador de fondos de cobertura”, bromeó Epstein.
Gasparino es muy claro desde el principio que Epstein se vio a sí mismo por encima de la ley, y como lo vio, no aprendió nada de su breve tiempo tras las rejas.
“Debo señalar que Epstein, basado en nuestras conversaciones, no parecía creer que hubiera cometido un gran crimen”, señala al principio del artículo.
“Era a veces desdeñoso, y en otros, mostraba humor negro en su situación, que se hacía cada vez más aguda”.
Él continúa: Fue alrededor de esta época, en marzo, que casi todos los principales bancos habían dejado de hacer negocios con él en medio del frenesí de la actividad de la prensa. Los amigos lo abandonaron o redujeron al mínimo su relación.
Las cosas se deterioraron a partir de ahí, y la mayoría de sus tratos profesionales ya se agotaron antes de su arresto, según Gasparino.
Mientras tanto, Epstein se pintó como la víctima.
“Es difícil de creer que no hace mucho tiempo la gente pensara que yo era un buen tipo”. Y ahora la gente se avergüenza de decir que me conocía ”, señaló en un momento.
Sin embargo, Gasparino, quien habló con Epstein tres veces en marzo de este año, nunca fue una de esas personas, aunque sí dice que le hubiera gustado pasar más tiempo con el pedófilo.
“Desearía tener más de él porque aprendemos sobre el mal al verlo desenredarse ante nuestros ojos”.
Epstein estaba en espera de juicio por cargos de tráfico sexual cuando fue encontrado muerto el sábado, aparentemente al ahorcarse en su celda en el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan.
El delincuente sexual había estado anteriormente en observación de suicidio, pero eso se levantó un tiempo antes de su muerte.
En los días posteriores a la muerte de Epstein, ha comenzado a surgir un retrato del centro de detención federal de Manhattan como una instalación con escaso personal que posiblemente cometió una serie de pasos en falso en el manejo de su preso de más alto perfil.
La mujer de 66 años fue arrestada el 6 de julio y se declaró inocente de los cargos federales de tráfico sexual que involucraban a docenas de niñas menores de 14 años.
Epstein ya era un delincuente sexual registrado después de declararse culpable en 2008 de los cargos estatales de Florida de pagar ilegalmente a una adolescente por sexo.
Antes de esa condena, había contado a los ricos y poderosos, incluidos el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y el ex presidente Bill Clinton, entre sus asociados.
Con información de Dailymail || Traducción libre por la patilla.com