Unos 33,8 millones de argentinos deberán votar este domingo en unas primarias en las que se delineará el rumbo de la carrera hacia las elecciones presidenciales de octubre, con un electorado altamente polarizado y que acudirá a las urnas en un escenario de recesión económica.
De estos comicios saldrán las fórmulas presidenciales y las listas de candidatos a senadores y diputados nacionales que podrán competir en la elección del 27 de octubre, para lo cual deberán obtener el domingo al menos el 1,5 % de los votos.
Pero además, los resultados de las primarias dejarán en claro cuál es la real tendencia del electorado, que, según los sondeos, está polarizado entre el presidente Mauricio Macri, que aspira a la reelección, y el peronista Alberto Fernández, que lleva como compañera de fórmula a la senadora y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), principal líder opositora de Argentina.
El escrutinio de la elección dirá si finalmente, tal como auguran las encuestas, el conservador Mauricio Macri y el peronista Alberto Fernández acapararán ocho de cada diez votos y tienen paridad técnica entre sí, o si, por el contrario, uno aventaja al otro y los otros ocho candidatos de oposición tienen mayor adhesión de lo que han vaticinado las consultoras de opinión pública.
Aunque de aquí a octubre todo puede pasar y la tendencia de voto mudar, partir en la carrera hacia la Casa Rosada como el candidato más votado en las primarias es fundamental y los postulantes no han escatimado esfuerzos en esta campaña para sumar apoyo y cazar votos, sobre todo en los distritos electorales de mayor peso.
El principal de ellos, la provincia de Buenos Aires, que concentra el 36,9 % de los votantes argentinos, es, más allá de la contienda a nivel nacional por la Presidencia, el foco de todas las miradas.
En este distrito clave se decidirá en octubre si el macrismo, de la mano de la gobernadora María Eugenia Vidal, sigue al frente del Ejecutivo o si el peronismo regresa al poder en la provincia más poblada de Argentina.
La campaña para las primarias ha estado centrada en la economía, en recesión desde abril de 2018 y con altos índices de inflación, aunque con tibias señales de leve recuperación en los últimos meses.
La oposición en general y Fernández en particular han puesto el dedo en la llaga de la crisis, culpando al Gobierno de la caída en la producción y el consumo y el crecimiento de la pobreza y el desempleo.
El oficialismo no niega la recesión, aunque en buena medida la achaca al déficit fiscal que heredó del kirchnerismo, que por doce años gobernó el país hasta la llegada de Macri a la Casa Rosada, a finales de 2015.
Macri sostiene que en sus cuatro años de gestión ha sentado las “bases” para el crecimiento futuro del país, que en 2018 debió recurrir al auxilio financiero del Fondo Monetario Internacional, por 56.300 millones de dólares.
Fuera de la economía, no han destacado otros asuntos de debate en esta campaña, teñida en su último tramo por cruces entre oficialismo y oposición respecto a la fiabilidad que tendrá el escrutinio provisional de las primarias y los antecedentes de la empresa a la que se adjudicó la provisión del sistema informático para el recuento de votos, la firma Smartmatic, con sede en Londres.
A ello se ha sumado la denuncia hecha por el Gobierno este viernes sobre la detección en los últimos días de cortes de tipo intencional a redes de fibra óptica en seis ciudades y que deberán ser utilizadas para la transmisión de datos de la elección este domingo.
Con todo, el Gobierno afirmó que la transparencia y mayor agilidad del proceso estarán garantizadas, al tiempo que reforzó la seguridad en la frontera norte del país para evitar que extranjeros ingresen con documentos de identidad apócrifos para votar de manera ilegal.
“Va a haber un gran control por parte de los partidos políticos. Desde el Ministerio del Interior han dicho que el funcionamiento (del sistema) es impecable. No obstante ello, la Cámara Electoral requirió la posibilidad de la fiscalización absoluta por parte de los partidos”, dijo este sábado en declaraciones radiales el subdirector general de la Cámara Nacional Electoral, Gustavo Mason.
Unos 90.000 militares y agentes de fuerzas de seguridad custodiarán los 14.546 centros de votación, que abrirán este domingo a las 08.00 hora local (11.00 GMT) y cerrarán a las 18.00 hora local (21.00 GMT).
Los primeros resultados oficiales del escrutinio se difundirán a partir de las 21.00 hora local (00.00 GMT del lunes) y, según el Gobierno, para la medianoche del domingo estará contabilizada casi la totalidad de las 100.185 mesas de votación.
EFE.