Las conversaciones para lograr que Corea del Norte abandone sus armas nucleares están en peligro porque Estados Unidos parece dispuesto a romper la promesa de no realizar ejercicios militares con Corea del Sur, dijo Corea del Norte el martes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reactivó los esfuerzos para convencer a Corea del Norte de que renuncie a sus armas nucleares el mes pasado cuando organizó una reunión improvisada con su presidente, Kim Jong Un, en la frontera entre las dos Coreas.
Trump dijo que habían acordado retomar las llamadas conversaciones de trabajo, paralizadas desde el fracaso de su segunda reunión en febrero. Se espera que las conversaciones se reanuden en las próximas semanas.
No obstante, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte lo puso en duda, diciendo que Estados Unidos y Corea del Sur seguían adelante con maniobras llamadas Dong Maeng este verano, a las que calificó como un “ensayo para la guerra”.
“Tomaremos una decisión con respecto a las conversaciones a nivel de trabajo con los Estados Unidos mientras observamos los avances de Estados Unidos”, dijo el portavoz en una declaración difundida por la agencia de noticias oficial KCNA de Corea del Norte.
Se espera que las maniobras tengan lugar en agosto.
Corea del Norte ha denunciado durante años los entrenamientos militares entre Estados Unidos y Corea del Sur.
“Está claro que las maniobras son un entrenamiento en tiempo real, un ensayo de guerra para aplastar militarmente nuestra república”, dijo el portavoz norcoreano en una declaración separada, añadiendo que Trump ha reafirmado en la reunión del mes pasado con Kim que los entrenamientos finalizarían.
Trump, en su primera reunión con Kim en Singapur en junio del año pasado, dijo que detendría las maniobras, después de que los dos líderes acordaran trabajar hacia la desnuclearización de la península de Corea y mejorar la relación.
Reuters