Unos enfrentamientos tribales dejaron al menos 24 muertos en unos días en Papúa Nueva Guinea, mientras que el primer ministro, James Marape, prometió que los culpables serían llevados ante la justicia.
Los clanes rivales se enfrentan desde hace siglos en ese país del Pacífico pero se han vuelto más mortíferas con la llegada de armas automáticas.
Entre las 24 víctimas registradas en tres días, se encontraban dos mujeres embarazadas, precisó el administrador de la provincia de Hela (oeste). William Bando afirmó que temía que el número total de muertos pudiera ser superior.
“Esperamos informaciones del día de nuestros responsables en el lugar”, precisó Bando, que pidió un refuerzo de 100 policías para respaldar a la cuarentena de agentes sobre el terreno.
El primer ministro, James Marape, oriundo de esa región, prometió que reforzará la seguridad y que se procesará a los culpables.
“Es uno de los días más tristes de mi vida”, escribió en un comunicando, en el que lamentaba los asesinatos de mujeres y niños en Karida y Munima, aldeas de su circunscripción.
“A los criminales armados, les digo que sus días están contados”, declaró, asegurando que tomaría las “medidas más duras” contra ellos, recordando que “la pena de muerte está inscrita en la ley”.
Se desconoce el origen de los ataques, pero muchos combates están atizados por viejas rivalidades provocadas por violaciones o robos, o por conflictos sobre fronteras tribales. AFP