Unos 10.000 buscadores ilegales de oro invadieron tierra indígena en Brasil

Unos 10.000 buscadores ilegales de oro invadieron tierra indígena en Brasil

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Indígenas de varias etnias protestan pidiendo demarcación de tierras durante la clausura del “Enero Rojo – Sangre Indígena” frente al Ministerio de la Agricultura, en Brasilia (Brasil). En Brasil y el resto del mundo se han realizado protestas contra las políticas anti-indígenas del nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. EFE/ Joédson Alves

 

Al menos 10.000 explotadores ilegales de oro han invadido en los últimos años la reserva de los indios Yanomami, al norte de Brasil, con lo que se ha propagado la malaria y aumentado la contaminación de los ríos con mercurio, según un informe divulgado este martes por una ONG internacional.

La alerta fue de la asociación Yanomami “Hutukara”, que también denunció ante la organización Survival Internacional la devastación que provocan los explotadores ilegales del metal sobre la caza y la pesca, modos de vida de los que dependen los indígenas de esta región en la Amazonía brasileña y fronteriza con Venezuela.





De acuerdo con el informe de la ONG, aunque la región siempre ha tenido afluencia de buscadores ilegales de oro, la mayoría de los “garimpeiros”, como se les conoce en Brasil, ha llegado a la tierra indígena en el último año y se ha incrementado desde la llegada de Jair Bolsonaro al poder.

“Aunque la existencia de garimpeiros en el territorio es continua, ha aumentado desde mayo de 2018”, explico a Efe este martes un vocero de Survival Internacional.

La construcción de asentamientos y pistas de aterrizaje de los explotadores ilegales de oro también ha crecido desde que Bolsonaro tomó las riendas del país el 1 de enero de este año, “envalentonados por el respaldo que el presidente Bolsonaro ha dado a los invasores de tierra y sus constantes ataques a los pueblos indígenas”, señala el informe.

El presidente brasileño ha prometido, entre otras cosas, que no delimitará nuevas reservas para los indios y que autorizará las explotaciones mineras y agrícolas en sus tierras.

En Brasil existen unas 600 reservas indígenas, equivalentes al 13 % del territorio nacional, pero otras muchas zonas reclamadas por diferentes etnias aún están a la espera de ser delimitadas legalmente.

Otro factor que preocupa a la organización es que, aunque la mayoría de los yanomamis mantienen contacto con la sociedad no indígena, existe al menos un grupo no contactado que habita en el área invadida.

No obstante, podrían ser hasta seis las comunidades aisladas que viven en la región, según las autoridades del área, en la que algunos de los campamentos mineros están asentados a pocos kilómetros.

Además de la malaria y la contaminación de varios ríos de la región, los líderes indígenas culpan a la masiva afluencia de explotadores ilegales de oro de la muerte de cuatro menores.

“Cuatro de nuestros ríos, Uraricoera, Mucajaí, Apiaú y Alto Catrimani, están contaminados. La situación empeora porque más mineros están llegando. No traen nada (bueno), solo traen problemas. La malaria ya ha aumentado aquí y ha matado a cuatro de nuestros niños”, aseguró Davi Kopenawa, un líder indígena conocido como “el dalái lama de la selva”, citado en el informe.

Kopenawa, Survival y la Comisión Pro yanomami lograron que la tierra Yanomami en Brasil fuera demarcada en 1992, una zona que desde entonces se conoce como “Parque Yanomami”.

Las tierras de los yanomamis en Brasil y Venezuela juntas conforman el mayor territorio selvático indígena del mundo.

Actualmente, unos 35.000 yanomamis viven a ambos lados de la frontera entre Brasil y Venezuela.

A finales de los años 80 y comienzos de los 90, un 20 % de la población yanomami de Brasil murió por enfermedades que propagaron los buscadores de oro que invadieron la región selvática donde vivían, en la fiebre del oro que se dio en esa época.

EFE