La casi imposible misión de sobrevivir en la tierra del chavismo y de Maduro

La casi imposible misión de sobrevivir en la tierra del chavismo y de Maduro

 

Dibujo de Chávez, imagen archivo.

 

En esta ciudad todo se compra y se vende en dólares, aunque suene extraño para el gobierno de un país que declama que su política es boliviariana, socialista y revolucionaria.

Por Luis Moreiro

En Caracas la palabra clave es “divisas”. Ese es el eufemismo con el que los venezolanos se refieren al dólar.
Hay que pronunciarla en voz baja, casi como en secreto. Los caraqueños aconsejan al visitante: “Si en el supermercado vas a pagar en
divisas, primero acércate y pregúntale al cajero si las aceptan; luego averigua el tipo de cambio y finalmente –y esto es lo más importante- se
muy cuidadoso al sacar los billetes.

Es por tu seguridad. Uno nunca sabe quién está mirando”. El cronista, luego lo aprenderá, no debe mostrar o usar billetes cuya denominación supere los 20 dólares y siempre debe hacer un esfuerzo para pagar con la suma exacta.

En almacenes y supermercados no hay desabastecimiento. Se consigue de todo, pero a precios prohibitivos para el común de la sociedad. En
todos hay cajas especiales para el pago “en divisas”; los restaurantes y los bares también aceptan dólares al cambio del día y lo mismo ocurre
con el comercio en general.

El problema para la mayoría es, precisamente, conseguir el dinero necesario para comer. Muchos dependen de las remesas que desde el exterior envían los más de cuatro millones de compatriotas que dejaron el terruño natal, hartos de las privaciones, el hambre, las enfermedades y la falta de servicios de todo tipo.

Un inmenso cartel publicitario en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía refleja el fenómeno en toda su dimensión. “Desde afuera un ‘te
extraño’ emociona más si le suman un ‘te transferí’”, dice el anuncio de la casa de cambio Insular.

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