Mientras, el Ejército y la Policía de Norte de Santander ajustaban detalles del resultado de una operación militar que dejó a dos presuntos miembros de Los Rastrojos muertos y a otros cinco capturados, en zona rural de Cúcuta, en Colombia, la pareja de uno de los occisos protagonizó escenas de dolor frente al Instituto de Medicina Legal, publica La Opinión.
Con gestos de desespero y angustia, la mujer arribó hasta el centro forense para indagar por la suerte de su ser querido.
A través de una llamada, el presagio que tenía sobre la muerte de Rubén Galvis, como al parecer se llamaba, empezó a convertirse en una realidad.
Los llantos se desbordaron en el lugar y los sentimientos de tristeza pasaban entre gritos y preguntas entre los familiares.
Finalmente, la pareja de Galvis lo reconoció a través de una fotografía, en la que pudo observarle algunos tatuajes en los brazos, el corte de cabello y la ropa que tenía puesta. “Es él, lo mataron. Se llevaron mi vida”, dijo.
Al otro de los hombres que murió en la operación, lo conocían como Valencia. Junto a su cadáver, al parecer, quedó una pistola, que fue incautada por los uniformados. Según se conoció, los dos eran venezolanos.
Operación planeada
El general Mauricio Moreno, comandante de la Segunda División del Ejército, aseguró que la operación militar, en coordinación con la Policía y la Fiscalía, se desarrolló en zona rural de Aguaclara, en el corregimiento Guaramito, en la zona de frontera con Venezuela.
“Entramos en combate con los presuntos rastrojos, que extorsionaban a los arroceros en la zona y que intimidaban a la población”, afirmó el oficial.
Los soldados de la Fuerza de Despliegue Rápido Número 3 (Fudra) y del grupo Maza de la Trigésima Brigada del Ejército, con uniformados de la Policía, arribaron a este sector, luego de tres meses de rigurosos seguimientos a la organización armada ilegal que delinque en el lugar.
Entre los muertos estaría el presunto cabecilla financiero de la organización. Asimismo, tres hombres conocidos como Chocolate, Márquez y Candelillo y dos mujeres fueron detenidos y quedaron a disposición de la Fiscalía.
Las autoridades se incautaron de nueve armas cortas, proveedores, munición, cuatro radios de comunicación y algunos documentos. Asimismo, inmovilizaron un carro y una motocicleta.
Al cierre de esta edición, los cadáveres eran trasladados a Medicina Legal a la espera de que sean identificados plenamente y sus familias los reclamen.
Aún se esperan detalles del operativo por parte de las autoridades.