Las fallas en el suministro de gasolina se profundizaron el viernes en varios estados de Venezuela, lo que obligaba a miles de personas a hacer filas por hasta 24 horas para cargar combustible.
Zenaida Román, una secretaria de 41 años, durmió en su auto la noche del jueves cerca de una gasolinera en busca de ser una de las primeras personas en llenar el tanque de gasolina el viernes la mediodía, un ejemplo de la escasez que sufre Maracaibo, capital del petrolero estado de Zulia.
El desabastecimiento del hidrocarburo ha sido un problema recurrente en algunos estados de la nación miembro de la Opep, pero en los últimos días las dificultades son mayores por la caída de las importaciones y la paralización de buena parte del parque refinador.
Los estados en los que la escasez de suministro es más crítica son Zulia, Táchira y Mérida, en el oeste de Venezuela; y Bolívar, en el sur del país, dijo una fuente del sector de las gasolineras.
La fuente agregó que la petrolera estatal Pdvsa está reduciendo los despachos en varios puntos para priorizar el abastecimiento de la capital, Caracas, y algunas zonas centrales, que también están en crisis.
Pdvsa no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Mario García, de 41 años, estuvo horas en una fila de más de 100 vehículos en Puerto Cabello, en el centro de Venezuela, y no consiguió llenar el tanque de su automóvil. “Esto es un atropello (…) no puede ser que este sea un país petrolero y estemos pasando por eso”, sostuvo.
La gasolina es el único producto económico que queda en el país, y un tanque se llena por menos de un centavo de dólar. Pero su producción se ha desplomado por el menor suministro de crudo y la falta de inversión y mantenimiento en el circuito refinador.
La crisis ha empeorado con las sanciones a Pdvsa, con las que Washington busca cercar al régimen de Nicolás Maduro. Las medidas reducen los ingresos al restringir los envíos de petróleo y afectan las importaciones.
Las compras de gasolina se desplomaron a 86.000 barriles por día en lo que va de mayo desde 225.000 barriles (bpd) en abril, de acuerdo a informes de Pdvsa vistos por Reuters.
“El colapso es inminente”, dijo a Reuters el líder sindical petrolero Iván Freites al detallar que las refinerías “no están produciendo gasolina terminada”, excepto un bajo nivel en Amuay, la más grande de país. El último cargamento de gasolina se importó el 31 de marzo, según documentos de la estatal petrolera vistos por Reuters y datos de Eikon de Refinitiv. | Por Mariela Nava y Corina Pons / Reuters