Perros procedentes de refugios participan en “Compludog”, un proyecto innovador en España destinado a reducir el estrés de los estudiantes universitarios cuando llegan los exámenes, a través del contacto con los animales.
La idea surgió de Diana Peña, una antigua estudiante de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), quien planteaba su trabajo fin de máster como una propuesta educativa centrada en la intervención asistida con animales.
El 60% de los estudiantes sufren síntomas de estrés durante esa época, según un estudio de la universidad madrileña, promotora de esta iniciativa junto a la Fundación Affinity que investiga, actúa y promueve los beneficios de los animales de compañía en la sociedad.
Otras universidades como la norteamericana de Harvard o la británica de Bristol poseen programas similares para sus estudiantes, que han demostrado rebajar los niveles de presión arterial y favorecer la reducción del estrés en los estudiantes.
En España se desarrolló como estudio piloto el año pasado antes de aplicarlo ahora en la facultad de Educación de la UCM.
“Compludog” permite dar “una misión muy importante” a perros que sacan de refugios y a la vez ayudar a los alumnos, explicó a Efe la responsable de los programas de terapias asistidas de la Fundación Affinity, Maribel Vila.
Vila precisó que se requiere una selección previa de los animales, que deben tener personalidades diferentes para adecuarse a las circunstancias de cada uno de los estudiantes.
En este caso, los elegidos han sido Scott, Pepo y Lupita, tres perros de terapia que durante tres semanas han realizado sesiones de intervención con más de 35 alumnos de educación.
“Scott es el perro perfecto para una primera toma de contacto porque es muy cariñoso y pegajoso, mientras que Lupita es un galgo hembra que ha sufrido daños y es más reservada, lo que fomenta su necesidad de protección”, explicó a Efe la profesora y codirectora del Grupo de investigación de pedagogía adaptativa de la UCM, Mercedes García.
De este modo, los estudiantes y los perros interactuaron una hora a la semana dentro de un aula de la propia facultad con actividades y métodos basados en el adiestramiento en positivo.
“Los animales tienen la capacidad de ‘estar’, buscan compañía sin ser emocionalmente exigentes, lo que puede ser útil en el alivio del estrés o el aumento de la autoestima”, indicó Vila.
Esta experiencia, que está en periodo de evaluación, se ha desarrollo en tres fases: contacto, conocimiento animal y adiestramiento.
A través de ellas los estudiantes tiene la oportunidad de tratar sus miedos y complicaciones personales mediante actividades de relajación en las que, entre otras, abrazaron a los perros y crearon vínculos “que los acompañarán de por vida”, subrayó Vila.
“Compludog” ha sido acogido “con gran entusiasmo y sorpresa”, no solo por parte de los estudiantes, sino también por el personal universitario, explicó García, porque “estamos liderando algo que puede ser importante e innovador para el ámbito universitario”.
“Para nosotras será muy importante poder evaluar empíricamente la efectividad de este programa y ofrecerlo a toda la universidad si demuestra su eficacia”, concluyó.
EFE