El Estado Islámico llama a los yihadistas del mundo a vengar el ataque a las mezquitas en Nueva Zelanda

El Estado Islámico llama a los yihadistas del mundo a vengar el ataque a las mezquitas en Nueva Zelanda

Al presentarse ante un tribunal un día después de su masacre en Nueva Zelanda el 15 de marzo, Brenton Tarrant realizó con su mano derecha un gesto de la ideología “White Power” (Supremacía Blanca) (Reuters)

 

El portavoz del grupo terrorista, Abu Hassan al-Muhajir, hizo el llamado a través de una grabación de audio de 44 minutos. Con el mensaje rompió casi seis meses de silencio, aprovechó para burlarse de la afirmación de Estados Unidos de haber derrotado al grupo y pedir represalias por los ataques a la mezquita en Nueva Zelanda.

Por: Infobae





“Las escenas de las masacres en las dos mezquitas deberían despertar a los que fueron engañados, y deberían incitar a los partidarios del califato a vengarse”, arengó.

El yihadista comparó los ataques de la mezquita en Nueva Zelanda con la batalla de una semana de duración en la última aldea bajo el control de ISIS en Siria.”Aquí está Baghuz en Siria, donde los musulmanes son quemados y bombardeados por todas las armas conocidas y desconocidas de destrucción masiva”, dijo, describiendo a los abatidos como civiles musulmanes cuando, de hecho, los oficiales de la coalición creen que la mayoría de ellos son combatientes del Estado Islámico o sus esposas e hijos.

Al-Muhajir es una figura importante dentro del grupo terrorista. No se conoce su rostro ni su verdadera identidad, así como tampoco se confirmó que algunas vez haya aparecido en fotografías o en los numerosos videos del grupo. Casi nada se sabe de él.

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, prometió este martes que el autor de mortífero atentado contra dos mezquitas en Christchurch enfrentará “toda la fuerza de la ley”. Cincuenta fieles fueron asesinados el viernes en el momento del rezo musulmán en Christchurch por un supremacista blanco que difundió en directo las imágenes de su ataque, después de haber publicado un “manifiesto” racista.

El australiano Brenton Tarrant, de 28 años, fue capturado por la policía y está acusado de asesinato, aunque Ardern aseguró ante el Parlamento que habrá más cargos.

La primera ministra prometió una reforma de la legislación sobre armas de Nueva Zelanda que permitió que el autor del ataque comprara de forma legal el armamento que usó en el mismo.

Ardern también anunció una investigación sobre cómo pudo el australiano planificar y llevar a cabo los ataques en Nueva Zelanda sin que fuera detectado por los servicios de seguridad.