Las calles solitarias hacen de la brillante y pintoresca Maracaibo una ciudad desértica al peor de los estilos de las ciudades fantasmas del viejo oeste.
Maracaibo, una ciudad echa trisas, triste, oscuras, hoy sus zonas son conocidas como bunker, zonas invisibles donde ya no existe ningún tipo de comunicación al menos que sean señales de humo porque no existe ninguna operadora de telecomunicaciones compatible con las zona, ya que la delincuencia organizada se robaron los cables dejando la ciudad a oscuras y sin comunicación, mientras ellos siguen cometiendo sus fechorías porque no existe un gobernante que les ponga un alto y les haga pagar por sus delitos, volvimos a la época de las cavernas, en el que teníamos que cazar y sembrar nuestros alimentos, alumbrarnos con fogatas, hacer trueques para sobrevivir, tomar aguas de pozo que nos han traído de vuelta las enfermedades ya erradicadas en la mal llamada cuarta república.
¿Y entonces? ¿Dónde quedan los derechos de los ciudadanos? O peor aún: ¿Saben nuestros gobernantes cuáles son sus deberes? ¿En manos de quien están nuestros derechos? En fin, ¿Dónde están los que tienen que velar porque nuestros derechos sean respetados y no violados?
Sepan que ya se les acabo su tiempo, llegó la hora es el momento de la reconstrucción, de levantarnos entre las cenizas con nuestro tricolor sucio, rasgado, baleado, quemado por las tantas batallas y luchas que hemos dado y seguimos dando cada vez con más fuerza. Con la valentía de los venezolanos que creemos en este país, nos volveremos a levantar, a mirar el arco iris salir, a reír bajo la lluvia, volveremos a ver nuestras calles llenas, las cornetas de nuestros autos sonar por las ahora ansiadas colas porque nuestros hijos, hermanos y amigos que tuvieron que abandonar nuestra Patria, volverán para vivir en el mejor país, ese que extrañamos los propios y extraños, ese por los que Bolívar, Páez, Sucre, Miranda, Urdaneta lucharon y nos regalaron y por las que nuestros héroes del siglo XXI como Paúl Moreno, Juan Pernalete, Adrián Duque, Neomar Lander y cientos más que dieron su vida, con la convicción que el país renacería. Ellos que sin lugar a dudas vivirán eternamente en el recuerdo de los que podremos -Dios mediante- disfrutar una nueva Venezuela, la que ellos lamentablemente no tuvieron.
Desde Unidad Visión Venezuela, apostamos a una Venezuela no de cuarta, ni mucho menos de quinta, si no de primera, un país de primer mundo.
Sigamos adelante que ya viene esa Venezuela, que viva Venezuela libre, levantémonos para recibirla como se merece de pie y ondeando nuestro tricolor nacional.
Abajo cadenas.
¡Que viva Venezuela en libertad!
Esther Perozo
Secretaria general
Unidad Visión Venezuela Zulia
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