La fabricante brasileña de aviones Embraer firmó el pasado jueves el contrato para la venta de su división comercial a la estadounidense Boeing, una operación que todavía debe ser aprobada por sus accionistas.
El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro dio este mes luz verde al acuerdo entre Boeing y Embraer, el cual prevé la creación de una nueva empresa de aviación civil.
Ambas compañías suscribieron el acuerdo que contiene los términos y condiciones para la implementación de una asociación estratégica en el ámbito de la aviación comercial, según explicó Embraer en un comunicado enviado al mercado.
La compañía brasileña convocó a sus accionistas a una asamblea marcada el próximo 26 de febrero con el fin de aprobar el acuerdo, mediante el cual Embraer vende el 80 % de su división de aviones comerciales por 4.200 millones de dólares a Boeing, que tendrá el total control de la nueva sociedad.
Asimismo, las compañías también acordaron desarrollar el avión de carga militar KC-390, a través de una segunda compañía dedicada a la promoción y desarrollo de nuevos mercados en el área de defensa.
Según analistas, el acuerdo entre ambas empresas busca contrarrestar de alguna forma la asociación entre la canadiense Bombardier y el gigante aeronáutico europeo Airbus.
Tras llegar a la Presidencia de Brasil, el 1 de enero, Bolsonaro llegó a expresar algunas dudas sobre el acuerdo entre ambas firmas, pero el pasado 10 de enero anunció que no vetaría la asociación al considerar “preservados” los intereses de la nación.
La alianza necesitaba del aval del Gobierno, pues ostenta una “acción dorada” con derecho a veto que se guardó cuando en 1994 privatizó Embraer, que hoy es el tercer mayor fabricante de aviones del mundo y líder en el segmento de aeronaves para vuelos regionales.
El Gobierno aseguró que ambas compañías mantendrán los actuales empleos en Brasil, pero los sindicatos denuncian que el acuerdo “pone el riesgo los puestos de trabajo y la soberanía tecnológica” del país. /EFE