El rescate del niño español de dos años atrapado en el fondo de un pozo del sur del país desde el domingo pasado no se resolverá en horas, sino que es “cuestión de días”, advirtió hoy una organización profesional de ingenieros.
El delegado del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur en Málaga, Juan López-Escobar, aseguró a la prensa que no conoce una situación “tan al límite” como ésta.
Recordó un caso de Estados Unidos donde un niño cayó a un pozo de siete metros y se tardó en rescatarlo más de 70 horas.
Los equipos de rescate trabajan contra reloj para intentar localizar al pequeño y llegar hasta él, con la esperanza de que todavía siga vivo, a pesar de las dificultades por las condiciones orográficas y del propio conducto, una prospección de agua de 25 centímetros de ancho y 110 metros de profundidad.
Por su parte, el representante del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga, Ángel García, apuntó que en el pozo hay ventilación y puede haber una oquedad con aire a partir del tapón de tierra encontrado en la exploración del conducto.
García informó de que hoy se ha decidido ampliar la posibilidad de ejecutar mañana dos túneles verticales y no uno, que estarían a ambos lados del pozo, ubicado en una finca privada de la pequeña localidad de Totalán (provincia de Málaga, sur).
Esas perforaciones verticales de cincuenta metros, en situación de normalidad, podrían durar entre doce y dieciséis horas, plazo que podría variar en función del material que se encuentre.
Explicó que perforar dos puntos de acceso vertical se debe a que cada uno puede toparse con estratos de terreno de resistencia diferente y, por tanto, ser excavados a velocidad distinta.
Además, habrá que practicar dos galerías horizontales de acceso al pozo, en las que se pueden plantear los mismos problemas.
El representante de los ingenieros comentó que una obra de esta envergadura, en condiciones normales, duraría meses por los estudios y anteproyectos previos.
Respecto al túnel horizontal que se estaba construyendo, han surgido dificultades técnicas por la inestabilidad y dureza del terreno, según el especialista, y se estudia desviarlo hacia una zona más estable.
EFE