La pasividad e indiferencia observada por parte de los responsables en resolver la crisis que nos agobia y que se agrava día a día. Nos indica que no existe ningún evidente interés en buscar propuestas o decisiones que permitan al menos sino detenerla, reducirla y que nos ubica como el primer país del mundo en inflación, estamos dentro de los 10 con menor poder de compra para adquirir los alimentos y medicinas esenciales, así como tener el más elevado nivel de pobreza del continente y dentro de los 20 del mundo con tales limitaciones.
Por: Vicente Brito | Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución
Todo este dramático cuadro de dificultades se hace evidente en los niveles de desarrollo humano y calidad de vida al compararnos con todas las naciones del mundo, tal como lo establecen los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, CEPAL y las Naciones Unidas.
Donde pasamos en 20 años de estar dentro de los 40 países del mundo con mejores niveles en calidad de vida y capacidad de consumo, a encontrarnos hoy ubicados dentro de los que tienen mayores limitaciones para alimentarse y poder adquirir cualquier producto esencial para su consumo.
Todo lo cual contrasta con los inmensos recursos recibidos en esos 20 años lo cual se acerca a los dos trillones de dólares (2.000.000.000.000$), cifra que incluye la venta de nuestros recursos naturales (petróleo, oro, hierro, coltrax, aluminio, carbón, madera, etc.), venta de activos en el exterior y los prestamos obtenidos de otros países. Estos ingresos nos colocan dentro de los 10 países del mundo en haber recibido tan elevada cantidad por habitante. Lo cual contrasta con la caída en nuestra calidad de vida y el evidente grave deterioro social que tenemos.
Hemos tenido un ciclo de oportunidades perdidas y de sueños rotos para la gran mayoría de las familias Venezolanas. Al observar cómo se nos han ido del país millones de venezolanos quizás de los más preparados en busca de mejores oportunidades. Pasamos de ser un país de inmigrantes a uno de emigrantes.
Con tristeza podemos observar como la gran cantidad de recursos recibidos fueron mal administrados en la creación de una multiplicidad de fondos que hoy no disponen ni tan siquiera una parte de los miles de millones de dólares perdidos en estas inversiones realizadas. Lo mismo se observa en los inmensos recursos invertidos para la formación de un complejo empresarial público para convertirnos en “país potencia” este hoy es uno de los principales causante de la pesadilla inflacionaria que nos arropa, al tener que financiarse sus altísimas perdidas con dinero inorgánico proveniente del Banco Central.
Lo cual hace evidente que la situación en que nos encontramos es responsabilidad de quienes en el ejercicio del poder, han llevado a cabo decisiones antagónicas al interés nacional, que han propiciado el endeudamiento externo de la nación en convenios evidentemente perjudiciales a los intereses de los Venezolanos, el crecimiento de una desproporcionada burocracia publica que no permite el conveniente funcionamiento de sus instituciones, así como una política de controles y regulaciones que impiden el normal desarrollo de la economía.
Todo lo cual nos indica que la política de estado que se viene aplicando no tiene interés en buscar soluciones a la coyuntura en que nos encontramos, razón por la cual lo que observamos es el sostenimiento de un rumbo que nos conduce a mayores limitaciones para las familias y la profundización de la crisis social más grande de nuestra historia petrolera.
Nota de prensa