El Gobierno de Venezuela ha invitado formalmente a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a visitar el país, como repetidamente habían pedido opositores, familiares y abogados de presos políticos venezolanos, confirmó hoy este organismo.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha respondido a esta invitación pidiendo que uno de sus equipos técnicos visite previamente el país latinoamericano para “asegurar que (Bachelet) tiene acceso a todas las áreas necesarias”, destacó hoy la portavoz del organismo Ravina Shamdasani.
Añadió que todavía no hay una fecha concreta para el viaje de Bachelet ni una lista fijada de los lugares que la alta comisionada querría visitar.
“Habitualmente cuando un alto comisionado va un país suele llevar a cabo viajes fuera de la capital, a zonas donde haya denuncias de violaciones de los derechos humanos, o a centros de detención”, avanzó la portavoz, quien aclaró que por ahora sólo ha habido un contacto inicial con las autoridades venezolanas, por lo que, de momento, no hay puntos de desacuerdo sobre la visita.
La expresidenta chilena y sus antecesores en el cargo de alto comisionado llevaban varios años sin poder enviar misiones a Venezuela al no obtener autorización del régimen de Nicolás Maduro.
En los últimos tres meses un grupo de activistas liderado por Lilian Tintori, esposa del dirigente preso Leopoldo López, ha acudido semanalmente a la sede de la ONU en Caracas para pedir la visita de Bachelet con el fin de que constatara la situación de los políticos presos y los casos de manifestantes asesinados.
A raíz de la posible visita, el dos veces candidato a la Presidencia de Venezuela Henrique Capriles manifestó el mes pasado sus dudas ante una posible visita de Bachelet, y el temor a que el Gobierno le impida ver los problemas reales que sufre el país.
En una columna publicada el 16 de diciembre el líder opositor pidió a la representante de la ONU que visitara barrios y hospitales para conocer la escasez de alimentos y atención sanitaria, o que visitara las cárceles y viera “cómo funciona ahí el poder”.
EFE