Un nuevo informe de la Junta Nacional de Energía ha revelado que el oeste de Canadá está produciendo 365.000 bpd más de petróleo crudo del que puede manejar mediante oleoductos.
Por Irina Slav para Oilprice.com | Traducción libre del inglés por lapatilla.1eye.us
Según la autoridad, a septiembre de este año, el oeste de Canadá produjo un promedio diario de 4,30 millones de barriles de crudo, mientras que la capacidad del oleoducto es de 3,95 millones de barriles por día.
Alberta, el mayor zona productora de petróleo de Canadá, recurrió a los trenes petroleros para compensar la escasez de capacidad del oleoducto, y el mes pasado, la Premier Rachel Notley anunció que la provincia comprará 120.000 bpd adicionales en capacidad de tren petrolero, para comenzar a operar el próximo año. Alcanzará plena capacidad en 2020.
Los envíos de petróleo por ferrocarril ya están en un nivel récord: en octubre, según NEB , estos promediaron 327.229 barriles por día, un aumento de más del 21 por ciento de los 269.829 barriles por día transportados por ferrocarril en septiembre. Aunque algunos familiarizados con la industria sostienen que el transporte de petróleo por ferrocarril no es tan caro como puede parecer a primera vista porque el crudo pesado canadiense no necesita tanto diluyente como lo sería para ser enviado a través de un oleoducto, la disposición actual no es óptima según el gobierno de Alberta.
Esto llevó a Premier Notley a imponer recortes obligatorios de producción a partir de enero de 2019 por un total de 325.000 bpd hasta que se elimine el exceso de crudo almacenado. Los recortes se revisarán mensualmente y, una vez que el exceso haya desaparecido, se reducirán a 95.000 bpd, para que permanezcan vigentes hasta el final de 2018. Se estima que reducir el exceso no llevará más de tres meses.
Mientras tanto, los productores con problemas están retrasando sus pagos de impuestos municipales y algunos incluso están renunciando a estos pagos, lo que hasta ahora ha resultado en pérdidas de decenas de millones, según un informe de Globe and Mail, indicando de tensiones entre la industria y municipios.