Un calabrés de 51 años, hermano de un arrepentido de la mafia, fue ejecutado en plena calle el día de Navidad en el centro histórico de la ciudad portuaria italiana de Pesaro (centro-este).
Según fuentes policiales y judiciales, citadas este miércoles por la prensa, el hombre se encontraba bajo protección estatal, puesto que su hermano, exmiembro de la ‘Ndrangheta (mafia calabresa), había colaborado con la justicia italiana.
El martes a las 18h30 locales, Marcello Bruzzese fue acribillado con balas de calibre 9 mm por dos individuos con los rostros cubiertos.
Los asesinos, que huyeron a pie, esperaron a que estacionara su automóvil frente a la casa en la que había vivido durante tres años con su esposa y sus dos hijos. Lo mataron estando aún en el interior del vehículo.
La víctima había resultado gravemente herida en su juventud en 1995, en su Calabria natal, en una emboscada que costó la vida a su padre y a un cuñado, marido de su hermana.
Su hermano, Girolamo Bruzzese, apodado “Mommo”, se entregó a la policía en 2003 después de disparar contra el poderoso líder del clan calabrés, Teodoro Crea, para quien era un hombre de confianza, detalla el periódico Il Fatto Quotidiano.
Crea, líder de uno de los clanes mafiosos más sanguinarios, se recuperó de sus heridas.
AFP