La portavoz del centro de prensa de las Américas del Departamento de Estado de EEUU, Lydia Barraza, detalla como, para Washington, Venezuela está en un ‘eje del mal’ con Irán y Corea del Norte.
Por: El Mundo
Podría decirse que es el nuevo ‘eje del mal’. La famosa expresión acuñada por George W. Bush en 2003 para justificar la invasión de Irak, y que ponía a ese país junto a Corea del Norte e Irán en un grupo de naciones que amenazaban la paz mundial, cuenta con un nuevo miembro en sustitución del régimen de Sadam Husein: la Venezuela de Nicolás Maduro.
De hecho, las relaciones de Washington con Caracas son ahora mismo peores que con Pyongyang porque, con Venezuela, no tiene ningún tipo de diálogo abierto, como explica Lydia Barraza, directora del centro de prensa de las Américas del Departamento de Estado de EEUU.
Al contrario que en 2003, Washington no planea acciones militares contra ninguno de ellos, aunque sí va a devastar la economía iraní con una nueva oleada de sanciones que entraron en vigor a principios de noviembre. Pero EEUU tampoco descarta tener que llegar a las armas con Venezuela, una posibilidad que ha sido planteada por el vicepresidente estadounidense Mike Pence, y por el embajador colombiano en Washington, Pacho Santos, que ha declarado que “todas las opciones deben considerarse” a la hora de tratar con el régimen de Nicolás Maduro.
P: El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, visitó Cuba la semana pasada.
R: El Gobierno de EEUU tiene hacia Cuba una política clara, que se concentra en los Derechos Humanos. Ojalá otros países con los que compartimos nuestros valores puedan hacer que la democracia y los Derechos Humanos sean también el enfoque de su acción exterior hacia Cuba. Evidentemente, EEUU no es el único país que expresa esas preocupaciones sobre la situación en Cuba, pero es importante hacer notar que todo el mundo ve lo que está sucediendo en el país. Porque, al abrirse al mundo desde el punto de vista económico, el Gobierno de Cuba también debe dar oportunidades para su gente en términos de libertades políticas.
P: En septiembre, Donald Trump trazó una visión de las relaciones internacionales de su Gobierno en la Asamblea de Naciones Unidas que algunos vieron como muy nacionalista.
El presidente fue bastante claro en enfatizar la importancia de la independencia nacional, pero también de foros multinacionales, como la ONU, siempre que sean eficientes y trabajen bien. Trump ha explicado cómo podemos lograr acuerdos y alcanzar la paz y seguridad mundiales respetando al mismo tiempo la soberanía de cada país, pero ha mencionado ciertas excepciones: Irán, Corea del Norte, y Venezuela. Y es impactante que Venezuela esté ya en la misma categoría de Irán y Corea del Norte.
P: Deme un titular: las relaciones de EEUU con Venezuela ¿son peores que con Corea del Norte?
R: Con Corea del Norte hay esperanza de que pueda haber paz en un futuro cercano. Con Venezuela no vemos una voluntad de cambio, de integrarse más en el sistema internacional. Si analizamos los acontecimientos del último año, vemos que en Corea del Norte se han visto avances, aunque en el Gobierno de EEUU no hemos cambiado nuestras sanciones ni otras medidas legales y diplomáticas que habíamos adoptado en relación a ese país. Pero yo pienso que estamos en el punto en el que creemos que hay una intención [por parte de Pyongyang] de desnuclearización.
P: Se ha llegado a plantear la idea de algún tipo de intervención militar estadounidense en Venezuela.
R: Nicolás Maduro ha dicho durante muchos años que EEUU está preparando una intervención militar, pero no hay planes de eso, para nada. Lo que ha hecho Estados Unidos es usar otras vías para hacer un llamamiento a los cambios en Venezuela a través de organizaciones internacionales, como la OEA, el Consejo de Seguridad de la ONU, o el Grupo de Lima. Pero hace dos semanas el vicepresidente Pence sí hizo notar que hemos visto noticias de fuerzas militares venezolanas concentrándose en la frontera con Colombia, y lo hizo notar, precisamente, para confirmar que EEUU está comprometido con la seguridad de aliados como Colombia, porque una amenaza a la seguridad nacional colombiana es una amenaza a la seguridad nacional estadounidense. Cualquiera que quiera desafiar ese compromiso de EEUU en la defensa de sus aliados debe temer la intervención de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Muchas veces sabemos que la gente se calma solo con recordarle eso.