Gustavo Coronel: Chávez mató a Bolívar y Maduro mató al Bolívar

Gustavo Coronel: Chávez mató a Bolívar y Maduro mató al Bolívar

Gustavo Coronel

Al asociar el nombre de Bolívar con su “revolución” inepta, cursi y corrupta Hugo Chávez lo mató en la mente de millones de venezolanos. Mientras más robo, mientras más asesinatos, mientras más mentiras y represión llevaba a cabo el sátrapa, más asociaba el nombre de Bolívar a estos desmanes en la mente de millones de venezolanos. Lamentablemente la prostitución de lo bolivariano llevó a buena parte de nuestros compatriotas a resentir el nombre de Bolívar. Por supuesto, esto fue injusto pero no por ello menos cierto. Tomará mucho esfuerzo de descontaminación para que el nombre de Bolívar se pueda desligar en la memoria colectiva venezolana del régimen instaurado por Chávez, durante el cual el fallecido sátrapa:

– Arruinó a PDVSA y, por extensión, a las finanzas públicas
– Entregó la soberanía del país en manos del castrismo cubano
– Robó, junto a sus cómplices, miles de millones de dólares y encarceló, torturó y asesinó a muchos venezolanos
– Se alineó con los peores gobiernos del planeta
– Creó una cleptocracia latinoamericana integrada por él, Lula, los Kirchner, Ortega, Morales, Correa, Zelaya, Lugo y Mujica
– Estructuró centros “bolivarianos” para sembrar su corrupción ideológica en muchos países del planeta y regaló a los cubanos y a otros parásitos el petróleo que pertenecía al pueblo
– Se alió con lo más execrable de los movimientos y regímenes forajidos del planeta: Irán. Bielorrusia, Zimbabue, Corea del Norte, Libia, Siria, FARC, ELN, Hezbollah, toda una hez humana

Chávez tenía a Bolívar siempre a flor de labios pero cada vez que hablaba y lo ataba a sus proyectos locos, a su populismo exacerbado, a su insinceridad, lo condenaba – por asociación – al resentimiento de más y más venezolanos Chávez utilizó la limosna, la dádiva, como herramienta de dominación política, creó una sociedad de limosneros, de mendicantes y de cómplices y definió ese horror como una revolución “bolivariana”.





Nicolás Maduro ya no puede matar a Bolívar porque ya el libertador fue asesinado por el sátrapa originario. Sin embargo, ha hecho lo más parecido, ha asesinado al Bolívar. En los años que tiene, como impostor, en su lamentable disfraz de presidente, se las ha ingeniado para ir degradando al bolívar, llamándolo el fuerte o el soberano, aunque con cada pomposo e inefectivo nombre lo ha hundido en el pantano de lo deleznable. Maduro asesinó al Bolívar y lo remplazó con un engendro llamado Petro, el cual pretende estar apuntalado por un barril de petróleo que probablemente nunca se producirá y que en el subsuelo carece de valor. Maduro remplazó al Bolívar con un espejismo basado en un fraude.

Chávez y Maduro han sido los asesinos de los símbolos patrios. La Historia los tendrá a ambos en el anti-panteón de lo inservible.

Los restos de Chávez han desaparecido y los restos de Maduro vagan todavía insepultos, llenando el aire de Venezuela de una espantosa fetidez.