El expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y uno de los principales opositores a Nicolás Maduro, Julio Borges, señaló hoy que con el caso venezolano el “interrogante” que tiene que hacerse América Latina como región es si va a permitir que se instale “en sus narices” una dictadura en el siglo XXI, reseña EFE.
Borges participó en el seminario “América Latina entre el drama, el populismo y la esperanza” que, organizado por la Fundación Sabino Arana y el Partido Demócrata Europeo, abrió en Bilbao el presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Andoni Ortuzar.
El político venezolano, refiriéndose al título del seminario, señaló que lo que ocurre en su país “no es drama, sino tragedia” y no es populismo, sino “Estado fallido”, ante lo cual “toca aferrarse a la esperanza para lograr un cambio”.
A su juicio, el “reto” que se plantea es si América Latina va a permitir que se instale “una dictadura”, una especie de “segunda Cuba”, pero con petróleo y gas, después de haber logrado a principios del siglo XXI el “sueño” de “una América Latina democrática”, con las “excepciones” de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
El opositor venezolano expuso algunos de los problemas que afectan a la región como la violencia creciente, la “polarización política”, la corrupción o las migraciones masivas.
Lamentó que de estas últimas Venezuela sea “protagonista”, con el desplazamiento de más de cinco millones de personas en los últimos tiempos, según algunas estimaciones, y advirtió de que la situación puede alcanzar tal magnitud que “puede resultar una amenaza a la gobernabilidad de los países de la región”.
Borges también alertó sobre la penetración de China en Latinoamérica más allá de lo económico: “Es un gigante silencioso”, que “habla imperialmente a través del dinero” y que “quiere llegar para quedarse”, advirtió.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, abogó por que, en el actual período “de turbulencias”, Europa y América Latina fortalezcan sus instituciones y generen complicidades en favor de legitimar el sistema político y la democracia.
Ortuzar dijo que la situación de Latinoamérica invita “a un cierto optimismo general” ante el advenimiento de democracias “donde antes campaban dictaduras” y la “esperanza” de que en México la nueva era de gobierno de Andrés López Obrador afronte “con determinación los retos de la corrupción, la inseguridad, la pobreza y la desigualdad” en el país.