De cada 100 personas 98 están afectadas por el racionamiento del agua en Caracas, lo que quiere decir que 3 de cada 4 citadinos no reciben el servicio regularmente, y a 63% de la población le llega cada 2 o 3 días, incluso una vez por semana, de acuerdo con un informe que ayer fue presentado por las ONG Fundación Tierra Viva y la Coalición Clima21, en el foro “Agua, derechos humanos y ciudadanía”. Así lo reseña el-nacional.com
Las organizaciones defensoras del derecho ambiental realizaron el estudio vía online sobre una muestra de 340 habitantes de los 5 municipios de la capital, entre los meses de junio y julio de 2018. El informe, que se tituló “Sin agua. Situación del derecho al agua potable en Venezuela: caso del área metropolitana de Caracas”, que también se fundamentó en datos de Encovi desde 2014, indica que 90% de los encuestados percibe una “mala” o “regular” calidad del recurso.
Isabel Novo, bióloga e investigadora de Tierra Viva, durante la presentación aseguró que el déficit de agua potable se incrementó 80% en 2018 en comparación con el 60% que registraba en 2014. Denunció que este déficit trae consigo la aparición o incremento de enfermedades llamadas hídricas como escabiosis, diarrea, amibiasis y hepatitis tipo A, entre otras.
En el foro participaron además los ambientalistas Alejandro Álvarez, Alejando Ley, la vecina de Baruta Olga Guédez y la periodista de Prodavinci, Indira Rojas.
El informe adoptó para el análisis los cinco criterios utilizados por la ONU en sus estudios sobre agua y derecho humano. Ellos son: disponibilidad, calidad y seguridad, aceptabilidad, acceso físico y asequibilidad. De acuerdo con estos ítems, todas las personas deberán disponer de servicios de saneamiento y agua; esta debe ser aceptable para el consumo y tener un olor, color y sabor permisible para todos los usos personales; las instalaciones hídricas han de resultar de fácil acceso y, en tanto derecho humano se establece que el servicio tiene que estar al alcance de todos los ciudadanos, sin discriminación alguna.
La investigadora añadió que en el primer trimestre de 2018 se registraron 1.391 protestas por servicios básicos, de las cuales 514 fueron por fallas en la materia. “No existe ninguna parroquia de Caracas que no haya protestado por falta de agua”, aseveró.
La entrega intermitente ha acarreado la suspensión de actividades académicas parciales y totales tanto en preescolares como en escuelas, liceos e instituciones universitarias, aseguró Novo. También mencionó las sedes del sector salud: “79% de los hospitales en Caracas no cuenta con servicio permanente y esto ha ocasionado la suspensión de la atención médica y de tratamientos como diálisis”.
En cuanto a la asequibilidad, la investigadora aseguró que en algunos hogares se destina 40% del ingreso para comprarla, ya sea en botellones o cisternas.
El informe insta a cumplir las normas para la protección y el uso sostenible del recurso en cuestión, y solicita declarar la emergencia hídrica nacional y reconstruir la institucionalidad en materia de gestión de agua y saneamiento.