Falta de gas amenaza la cremación en los servicios funerarios en Lara

Falta de gas amenaza la cremación en los servicios funerarios en Lara

Foto: Falta de gas amenaza el servicio de cremación / El Informador

 

Desde febrero de 2014 existe la Ley para la Regulación y Control de la Prestación del Servicio Funerario y Cementerios que permite instalar una sala crematoria en cualquier parte del territorio nacional, siempre que se cumplan con ciertos requisitos. Pese a que la Iglesia Católica no la aprueba en su totalidad, en Venezuela, cremar los restos de nuestros seres queridos se convirtió en una decisión común, no tanto por su simbolismo, sino porque es más barato que enterrar un cuerpo.

El Informador / Angélica Romero Navas





Así surgieron decenas de salas crematorias en el país. Algunas tienen una red de tuberías de PDVSA GAS que les suministra el combustible desde subestaciones directamente hacia los hornos crematorios, mientras que otros cuentan con grandes tanques de gas almacenado.

Pero ahora, aunque existe una demanda muy alta, el negocio está amenazado por la falta de la materia prima. Un trabajador del crematorio de un cementerio privado en Barquisimeto indicó que en otras épocas, los hornos se prendían cinco veces por mes, pero ahora se prenden hasta 100 veces. En un día se pueden cremar hasta seis difuntos, por lo tanto, el gas se agota más rápido.

José Morillo, expresidente de la Asociación de Profesionales de la Industria Funeraria, quien confirmó la escasez y la dificultad para adquirir el insumo. Comentó que las salas crematorias ahora recurren al gasoil, pero para usarlo, requieren permisos que otorga el Ministerio para la Agricultura y Tierras y es administrado por la Guardia Nacional, por la peligrosidad que implica su transportación.

Morillo dice que el trámite no es fácil, requiere tiempo y dinero. Y mientras eso sucede, las funerarias acumulan más solicitudes del servicio. De alguna manera tenemos que resolver, apunta. Las salas de cremación se ven en la obligación de comprar el gas a revendedores y eso afecta directamente el costo del servicio.

En el Cementerio Nuevo de Barquisimeto, ubicado en la avenida Florencio Jiménez, las cremaciones están paralizadas este mes por la falta de gas. Ahora los familiares deben ingeniárselas para adquirir una parcela para enterrar a su difunto.

El costo de una parcela en un cementerio privado actualmente es de 16 mil bolívares soberanos, casi nueve salarios mínimos. Sin tomar en cuenta el servicio funerario que incluye el cofre, la preparación del cuerpo, la colocación dentro de la urna, la velación y el traslado del sitio del fallecimiento al sitio de velación y posteriormente al cementerio. Ese servicio puede costar entre 24 mil y 42 mil soberanos, dependiendo por ejemplo, del tipo de urna.

Debido a estos altos números, Morillo aconseja a las familias venezolanas pagar la previsión. Para adquirir la más económica, de 24 mil soberanos, el beneficiario debe pagar cuotas de Bs. 380 mensuales y garantiza el servicio en un momento inesperado, así se ahorran el amargo momento de rebuscar dinero para pagar los servicios funerarios a último minuto.