Hiperinflación multiplica el drama de la muerte

Hiperinflación multiplica el drama de la muerte

(Foto archivo AFP)

 

Unos 15.000 bolívares soberanos como mínimo, se deben tener a la mano a la hora de llorar a un muerto si es por cremación, y 20.000 si se trata de una sepultura tradicional si se cuenta con nicho o parcela. Los servicios fúnebres cada día aumentan desproporcionadamente debido a la hiperinflación, publica Versión Final.

Por Fabiana Delgado
@fabi_dm

El drama de la muerte se llora por partida doble: la pérdida de un familiar y no tener dinero como costear los gastos fúnebres, en algunos de los casos.





Actualmente el servicio de cremación es el más demandado, según la percepción de encargados de funerarias, quienes destacan que si el difunto no tiene parcela o nicho o si algún allegado o familiar no lo puede ceder, lo más económico es el servicio de cremación. Sin embargo, esta opción se acerca en gasto a la sepultura común.

Las matemáticas ahogan. Solo el alquiler del crematorio, si el cuerpo pesa entre 70 y 180 kilos, cuesta Bs.S 14.583,66. El servicio fúnebre es aparte y los precios oscilan entre Bs.S 5.000 mil y Bs.S 22.000 mil. Varían según la estructura de costos que maneja cada funeraria.

Hay algunas que ofrecen el servicio funerario que incluye el cofre, servicio en casa, con 40 sillas, preparación del cuerpo, papeles de traslado, sin flores, sin transporte, sin café por Bs.S 18.000. Si hay que movilizarlo a otro municipio se le suma un 20 por ciento más al costo inicial.

Otros que sobrepasan los Bs.S 20.000 ofrecen sala velatoria, cofre de madera, gestión de papeleo, servicio de café, arreglos florales y transporte.

En el mes de septiembre el servicio de cremación costaba cerca de Bs.S 4200 mil. Pero en menos de tres meses su precio se elevó casi igualando el costo de una urna.

Poseer un nicho o una parcela es ganancia, pues en la actualidad obtener una puede costar hasta Bs.S 60.000 o más, dependiendo el cementerio donde se compre.

“No tenía un hueco donde enterrar a mi papá y recurrí a contratar el servicio de cremación, al momento pague 14.500 soberanos, los conseguí prestados porque esa suma para mí era imposible tenerla disponible. Al llegar al crematorio habían otros servicios por delante, le pregunté a las demás personas y todos coincidieron conmigo, optaron por la cremación por no tener la posibilidad de costear un entierro”, explicó Manuel Cantillo, quien perdió a su papá por muerte natural.

A Manuel le entregaron los restos de su padre en un envase destinado para conservar las cenizas que ubicó en un lugar especial de su casa.

La cremación consta de un proceso donde los restos pasan por una serie de protocolos que están certificados y avalados en dos cementerios de la ciudad, Jardines La Chinita y Parque Cementerio El Edén.

Las funerarias, a través de alianzas comerciales con los cementerios, dan cumplimiento a lo que exige el cliente. “Hasta 16 servicios puedo tener en una semana y de esos cinco son cremaciones. Les sale más rentable este servicio que comprar un nicho”, detalla el encargado de una funeraria ubicada al norte de Maracaibo.

La cremación consiste en el acto de quemar un cadáver hasta llevarlo a cenizas en un lugar llamado crematorio. Esto tiene una serie de protocolos que acarrea un costo que hoy día se cataloga como costoso pero es el más accesible si no se tiene un nicho o parcela.

Urnas, un lujo

Los precios de los ataúdes también definen el costo del servicio funerario. Un cofre de los más costosos puede valer hasta Bs.S 18.000 como también hay algunos que se consiguen en Bs.S 2000 mil, dependiendo la funeraria y las exigencias del familiar del difunto.

Pues si se trata de una urna de madera pura, con una pintura específica, enchapado o algunos trabajos de herraje, son más costosos. Pero si se prefieren en visopan u otro tipo de madera más sencilla es más accesible. Sin embargo, muchas personas prefieren evitarse este costo para no tener que cancelar una alta suma en el servicio funerario.

“Hay clientes que llegan con la urna, las hacen de restos de gabinetes, de closet, de mesas. Se las ingenian. Al cementerio lo que les importa es que el cadáver llegue en un cajón, lo estético lo ignoran”, detalló un funerario con más de 10 años en el ramo.

Destacó que en la funeraria donde trabaja, frecuentemente llegan personas que no tienen los recursos. “Yo les ofrezco un plan básico de Bs.S 3.500 que incluye lo mínimo del servicio. A veces les digo que resuelvan lo de la urna por otro lado y así se ahorran ese dinero”, expresó el funerario.

También explicó que existe el alquiler de urnas cuando se trata de servicios de cremación. “Esa urna regresa a la funeraria, se le cambia la tapicería y queda como nueva. Alquilando la urna sale más económico el servicio”, aseveró.

Afirmó que no cobra en dólares, pero si el cliente llega con moneda extranjera lo acepta. Sostuvo que de los contratos que obtiene mensuales, una cuarta parte opta por el servicio de cremación. Otros que tienen parcelas se van por lo convencional, hasta hace poco, que era el entierro.

Las fuentes consultadas, por temor a ser señalados o comprometer sus puestos de trabajo prefirieron declarar bajo el anonimato. Destacan que el ramo de los funerarios está muy sensible debido a la hiperinflación que afecta a todo el país.

Luis Mora, director de la Cámara de Empresas Funerarias, Cementeros y Compañías de Cremación, explicó que el incremento de los costos en el servicio funerario se debe a la situación que atraviesa el país.

En entrevista para Unión Radio sostuvo que los precios actuales oscilan entre Bs.S 8.000 y Bs.S 30.000, dependiendo de las exigencias y peticiones de los clientes.

Aclaró que las estructuras de precios varían en cada funeraria, y que el plan más básico puede rondar los Bs.S 15.000.

En cuanto a los contratos funerarios se supo que este servicio de previsión se cumple cabal. Siempre y cuando el cliente cancele las cuotas mensuales a tiempo, que hasta la fecha oscilan en Bs.S 1.000 en funerarias de renombre en Maracaibo.

Unas 60 funerarias ofrecen sus servicios en el estado Zulia, sin contar algunas que ofrecen su asistencia sin estar sujetas a las reglas del gremio.