La economía de Venezuela seguirá contrayéndose este año y el próximo, y la hiperinflación se deteriorará con más rapidez, pronosticó el martes el Panorama Económico Mundial del Fondo Monetario Internacional.
Tras la caída del Producto Interno Bruto de un 14 por ciento en 2017, este año sería el más duro de los cinco de recesión con una contracción de un 18 por ciento, a la que seguiría un nuevo descenso de un 5 por ciento el próximo año “por el descenso de la producción petrolera y la inestabilidad política y social”.
El FMI calcula que el PIB por habitante en Venezuela ya cayó un 35 por ciento entre 2013 y 2017, y que la baja podría llegar a un 60 por ciento en 2023.
El cuadro, según el fondo, se agravaría por un deterioro más rápido de la hiperinflación por un financiamiento monetario del déficit fiscal y la pérdida de confianza en el bolívar, la moneda local.
El FMI, que dedica un apartado de su informe a revisar casos de fuertes contracciones económicas, dijo que “políticas macroeconómicas equivocadas también tienen un papel en varios episodios (de crisis agudas) (…) Los mejores ejemplos son los casos de hiperinflación, incluido el que vive Venezuela”.
El fondo además excluyó las cifras de precios de Venezuela para el cálculo de los promedios regiones y de grupos en el informe, un referente para gobiernos e inversores.
Las previsiones económicas para Venezuela, dijo el fondo, deben ser tomadas con cautela por la dificultad que supone “la falta de discusión con las autoridades, largas lagunas de datos, entrega de información incompleta y la dificultad de interpretar algunos indicadores por los acontecimientos económicos”.
Reuters