El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) dio un paso gigante para igualar al argentino Juan Manuel Fangio -cuyos cinco títulos sólo supera, con siete, el alemán Michael Schumacher- tras asestar un gran golpe psicológico al Mundial de Fórmula Uno ganando el Gran Premio de Italia, donde se cuestiona la estrategia de Ferrari, calificada en muchos ámbitos de ‘autogol’.
EFE
Ferrari, que en Monza recibe el apoyo del público más apasionado de todo el Mundial, apuntaba al ‘doblete’, tras dominar los ensayos y la calificación; en la que Kimi Raikkonen firmó la ‘pole’ con el giro más rápido de todos los tiempos (a 263 kilómetros por hora) y Sebastian Vettel acabó segundo. Pero Hamilton rebasó al alemán en la segunda variante de la primera vuelta y esperó al desgaste de los neumáticos traseros del finés para superarlo a falta de ocho, para reforzar un liderato que ocupa ahora con 256 puntos, treinta más que ‘Seb’.
Hamilton, de 33 años, se exhibió, ayudado por una gran estrategia de Mercedes (más líder en el Mundial de constructores, con 415 puntos, frente a los 390 de Ferrari). Con la inestimable colaboración de su compañero finlandés Valtteri Bottas, que concluyó tercero, por delante de Vettel (31), al igual que él cuádruple campeón mundial y que también aspira a emular este año a Fangio.
El argentino, fallecido en 1995 en Buenos Aires a los 84 años, fue el gran campeón de los años 50, en los que sumó cinco coronas, la última en 1957. Su récord tardó 45 campañas en ser igualado; y, durante las dos siguientes, fue elevado a siete por Schumacher, convaleciente aún del grave accidente de esquí que sufrió a finales de 2013 en Meribel, en los Alpes franceses.
Hamilton igualó otro récord del ‘Kaiser’, al ganar por quinta vez en el templo de la velocidad, donde logró un triunfo que en términos futbolísticos es equiparable a golear al máximo rival en su feudo.
Quedan siete carreras y aún pueden pasar muchas cosas, como recordó tras su victoria número 68 en F1 -lejos aún de las 91 de Schumacher- el inglés. Pase lo que pase, saldrá líder de Singapur, donde se reanudará dentro de dos semanas un certamen que se cerrará a finales en noviembre en Abu Dabi, sede de la última de las 21 carreras.
El inglés logró un triunfo “muy especial, en casa del mayor contrincante”, según indicó a Efe Bottas en su última comparecencia del domingo en Monza, donde efectuó de nuevo una gran labor de equipo, frenando a Vettel.
El compañero finlandés de Hamilton no se equivocaba, porque en Italia han saltado las alarmas. Y los principales diarios deportivos hablan claramente de “autogol de Ferrari”, un equipo que, sobre el papel, cuenta este año con el mejor coche y del que la prensa local afirma que fue superado en estrategia por Mercedes. En su propia casa.
Prueba de que los nervios no andan demasiado fríos en Maranello fue la reacción de Maurizio Arrivabene, jefe de equipo de Ferrari, que afirmó tras la carrera que ellos tienen “pilotos y no mayordomos”, en clara referencia a Bottas.
Pero lo que está más que claro, en cualquiera de los casos, es que fueron Hamilton y Mercedes los que se comieron la tostada. Lewis volvió a brillar, convirtiendo en positivas las “energías negativas” en Monza; donde tuvo que escuchar los abucheos de una parte poco deportiva de la más que apasionada afición local, que sigue sin festejar un triunfo de Ferrari desde que ganase por última vez para la ‘Scuderia’ el español Fernando Alonso, en 2010.
El doble campeón mundial asturiano (2005 y 2006, con Renault), que en 2019 no correrá en F1, apuntando a la ‘Triple Corona’ que -tras haberse anotado el Gran Premio de Mónaco, dos veces; y las 24 Horas de La Mans (Francia), en junio- pasa por ganar también las 500 Millas de Indianápolis. Un motivo que lo desplazará durante las próximas horas a Estados Unidos, donde probará esta semana un coche de la Fórmula Indy del equipo Andretti en Barber (Alabama).
A Alonso, de 37 años, lo volvió a dejar ‘tirado’ su McLaren, esta vez en la décima vuelta, en Monza. Su compatriota el madrileño Carlos Sainz (Renault) -que el año próximo ocupará su sitio en la escudería de Woking y que el sábado festejó su vigésimo cuarto cumpleaños con un gran séptimo en calificación- fue noveno. Pero ascendió un puesto, para acabar octavo, tras la descalificación del francés Romain Grosjean, por irregularidades en el fondo plano de su Haas.
Hamilton defenderá treinta puntos en las últimas siete carreras de un Mundial que, después de Singapur, albergará pruebas en Rusia, Japón, Estados Unidos, México y Brasil, antes del cierre en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, el próximo 25 de noviembre.